viernes, 16 de mayo de 2014

Para Bettini, a once meses de su partida


Para Bettini, a once meses de su partida

Un mes más, un para siempre infinito. Cuando un amigo se va, elegías de los poetas, los mismos rostros, el sueño de la tarde con su presencia, lo que nunca nadie más explicará, las voces que hablan en nombre de dios, la certeza del ya nunca jamás; las palabras que no se dicen, las verdades que no se comentan, lo que todos saben, lo que se calla. El dolor, la herida profunda, la cicatriz que se abre en cualquier momento. 

El directorio más amplio en el más allá, todas las ausencias... la voz de Antonio Machado "... Señor, ya estamos solos mi corazón y el mar"... el dolor en silencio de los demás. "La vida tiene que seguir", unas miradas tras otras formando un océano; los ladrillos que acarrean las personas para formar una enorme barrera, un ladrillo el mes pasado, otro ladrillo días después, uno más, uno cada día, una pared enorme, detrás, sin esperanza de ver su vida regresar; mi corazón lleno de lamento porque nunca aprenderé suficiente de la muerte, del adiós, porque solamente creo en el aquí y en el ahora cuando se trata de esto, porque nunca seremos los mismos, porque el tiempo se va como agua en las manos; porque hay una casa llena de recuerdos, unos pasillos largos llenos de risas, bromas, complicidades, porque quedan las manos pintadas en las paredes, de aquellos días de aventuras, secretos, sueños grandes; la vida se revuelve tanto, se forman engrudos, lagunas, pantanos, mala voluntad, accidentes con finales llenos de estruendos.

No es una cruz, son muchas cruces, no son unos ojos que se apagan, se cierra un universo; un perdón por no saber vivir, por los caminos mal elegidos, por no correr a tiempo, por la llamada que no se realizó, por la punzada en el corazón. Es uno frente al mundo, con el mundo, con su historia, con todo lo que coexiste. Seres de tránsito, pero con alma, ¿eternidad? "Así no, así no", le decía a todos los que me encontré ese día de cuerpo presente, acepto todo, pero "así no".

Una madre, una esposa, unos hijos, una hija primera, sus amigos, sus hermanos, sus pasos por el mundo, tan joven, tan alegre, "no llores, no le gustaba ver llorar", yo lloré muchas veces con él, lloramos juntos por muchas cosas, ¿qué más da derramar lágrimas? Se las merece, cada una, hasta las que se quedan secas en el corazón. Pensar en todos, pensar en su historia, no quiero convertirlo en recuerdo; nunca he sabido retener el tiempo, no puedo dar vuelta a esta página, acabar con la historia, almacenar el libro de su vida. Duele porque duele, porque un hermano del corazón se me fue así, mala jugada del destino. 

Tal vez en un mes nos encontremos entre familia en su primer aniversario luctuoso, amigos, orando para él; tal vez busquemos un consuelo entre todos, como lo hacemos entre los días comunes. Tal vez lloremos más que el primer día. Lo siento mucho, una luz se apagó, su nombre que significa estrella se convirtió en una, lejana por cierto, pero quiero pensar que brilla en otro firmamento. Su día 15 se acaba, sus once meses de partida se acumulan, el mañana continúa siempre. Buenas noches.





jueves, 15 de mayo de 2014

Para Bettini, a once meses de su partida
Un mes más, un para siempre infinito. Cuando un amigo se va, elegías de los poetas, los mismos rostros, el sueño de la tarde con su presencia, lo que nunca nadie más explicará, las voces que hablan en nombre de dios, la certeza del ya nunca jamás; las palabras que no se dicen, las verdades que no se comentan, lo que todos saben, lo que se calla. El dolor, la herida profunda, la cicatriz que se abre en cualquier momento.
El directorio más amplio en el más allá, todas las ausencias... la voz de Antonio Machado "... Señor, ya estamos solos mi corazón y el mar"... el dolor en silencio de los demás. "La vida tiene que seguir", unas miradas tras otras formando un océano; los ladrillos que acarrean las personas para formar una enorme barrera, un ladrillo el mes pasado, otro ladrillo días después, uno más, uno cada día, una pared enorme, detrás, sin esperanza de ver su vida regresar; mi corazón lleno de lamento porque nunca aprenderé suficiente de la muerte, del adiós, porque solamente creo en el aquí y en el ahora cuando se trata de esto, porque nunca seremos los mismos, porque el tiempo se va como agua en las manos; porque hay una casa llena de recuerdos, unos pasillos largos llenos de risas, bromas, complicidades, porque quedan las manos pintadas en las paredes, de aquellos días de aventuras, secretos, sueños grandes; la vida se revuelve tanto, se forman engrudos, lagunas, pantanos, mala voluntad, accidentes con finales llenos de estruendos.
No es una cruz, son muchas cruces, no son unos ojos que se apagan, se cierra un universo; un perdón por no saber vivir, por los caminos mal elegidos, por no correr a tiempo, por la llamada que no se realizó, por la punzada en el corazón. Es uno frente al mundo, con el mundo, con su historia, con todo lo que coexiste. Seres de tránsito, pero con alma, ¿eternidad? "Así no, así no", le decía a todos los que me encontré ese día de cuerpo presente, acepto todo, pero "así no".
Una madre, una esposa, unos hijos, una hija primera, sus amigos, sus hermanos, sus pasos por el mundo, tan joven, tan alegre, "no llores, no le gustaba ver llorar", yo lloré muchas veces con él, lloramos juntos por muchas cosas, ¿qué más da derramar lágrimas? Se las merece, cada una, hasta las que se quedan secas en el corazón. Pensar en todos, pensar en su historia, no quiero convertirlo en recuerdo; nunca he sabido retener el tiempo, no puedo dar vuelta a esta página, acabar con la historia, almacenar el libro de su vida. Duele porque duele, porque un hermano del corazón se me fue así, mala jugada del destino.
Tal vez en un mes nos encontremos entre familia en su primer aniversario luctuoso, amigos, orando para él; tal vez busquemos un consuelo entre todos, como lo hacemos entre los días comunes. Tal vez lloremos más que el primer día. Lo siento mucho, una luz se apagó, su nombre que significa estrella se convirtió en una, lejana por cierto, pero quiero pensar que brilla en otro firmamento. Su día 15 se acaba, sus once meses de partida se acumulan, el mañana continúa siempre. Buenas noches.