martes, 16 de diciembre de 2014

Yo no te he llorado lo suficiente.

Yo no te he llorado lo suficiente,

jueves, 27 de noviembre de 2014

Es todo lo que somos.

La vida va quedando atrás, se desvanecen los sueños, los planes no retoman, el tiempo avanza, siempre avanza. La vida nos va llevando en su tic tac. El misterio de todo, el misterio de las noches tan oscuras, tan frías. La espera, se pasa la vida. La espera, el tren que siempre pasa. Nada se detiene, un día, una noche, otro día, otra noche, el tren de la mañana, el tren de la madrugada. La vida quedando atrás a rebanadas por eso no me detengo donde no debo, no siembran en mí comentarios inútiles, no hay tiempo para lo absurdo, lo soez, no estoy jugando con la historia entre mis manos, la estoy dejando que vaya quedando atrás. Las noches, el árbol triste, el árbol que se fue, el árbol que nace, el árbol caído que se hizo leña, pero hubo un árbol. La vida, sus bemoles, sus caminos. Somos tiempo, somos todo, somos tanto. Alguien tiene que estar consciente, sobrio, en equilibrio. Alguien tiene que mantener los brazos extendidos, las pupilas serenas, la palabra justa, alguien tiene que ser coherente. El sentido. La verdad. La pureza. La belleza. El amor. El silencio. El arte. El mayor de los regalos: un corazón latiendo. La vida, mi vida que se envuelve, que avanza, que no retoma, que se va quedando atrás. Buenas noches.



12:17 a.m. pasando al jueves 27 de noviembre del 2014. En la medianoche de un día de otoño. Es todo lo que somos.


domingo, 2 de noviembre de 2014

Alguien

Alguien tiene que velar. Alguien tiene que esperar. Vigilar que el farol siga encendido, que el fuego no amaine. Alguien tiene que tomar la vida en serio, no estar protestando a unas horas, divertirse como palomitas en ollas con mantequilla minutos después. Alguien tiene que esperar el amanecer, despedir las estrellas, platicar con la luna. Alguien tiene que esperar a los que vienen en el camino, despedir a los que se van. Como piedra. Como hierro. Como un alma perenne. Alguien.

[Entrando al dos de noviembre. 12:43 pasando medianoche]

miércoles, 29 de octubre de 2014

Semillas guardadas

Entre las universidades me encontré este otoño regado por el campo. El olor particular de semillas guardadas. Época de mesura, pensamiento y compasión. Entendido el lenguaje divino. Caminos.


domingo, 5 de octubre de 2014

Una con ocho minutos de mi aún sábado

Una con ocho minutos de mi aún sábado, empiezo a escuchar el tren que viene de regreso; trae a cuestas los sueños de algunos, los que van en busca del abrazo esperado, los que saben que lo mejor es la mirada de los tuyos. Regresan, van cansados, con la luna en su cara, las estrellas como promesas, ahí vamos entonces. Viene el tren, retumba, pasan tres minutos, lleva prisa, alguien espera, alguien siempre nos espera. Buenas noches entonces. Bendiciones para los que se atrevieron a regresar, es más importante que partir.
[1:14 a.m. Domingo, 5 de octubre 2014. Tiempo para dormir]

miércoles, 1 de octubre de 2014

Hay un tiempo perdido antes de las ocho de la mañana

Hay un tiempo perdido antes de las ocho de la mañana en el cual sucumbo en su silencio, en su asombrosa soledad; son los minutos que llegan tras dejar a la familia en sus escuelas-labores y apagar el carro, abrir la puerta, prender la computadora, la radio para escuchar el noticiero y servir mi primer café. Serán 15-20 minutos antes de accionar cuando me interno en el limbo, el tiempo de la nada, el tiempo perfecto. Esta mañana ese lapso lo viví en Mi Playa, visité el árbol que enigma a mi amor, arcano misterioso que se yergue frente al mar en campos de la abandonada Universidad de Sonora en este Puerto. Ahí estuvimos en esa orla, como personajes de una historia que nadie habrá de contar: el árbol, el mar, el cielo y yo.


martes, 30 de septiembre de 2014

Me parecer

Me parece que ya pasó el tren, a veces lo escucho a lo lejos, pienso en esperarlo cuando pase de cerca y me ocupo en otros menesteres, después lo vuelvo escuchar a lo lejos. Pero justo en este momento, 12:53 de la medianoche va de regreso, ahí va con todos los sueños, con las ilusiones plenas. El tren sabe que hay que descansar un rato, entonces.
Qué poderoso es, retumba todo, suena fuerte, avisa con escándalo: Yo Soy, Yo Voy.
Siempre alguien comienza su historia, siempre alguien la termina. Siempre alguien observa. Buenas noches.

jueves, 7 de agosto de 2014

David Salomón, mi hijo, cumple 8 años.

Hoy cumpleaños mi hijo David Salomón, ocho años, su número preferido. 


Gracias a Dios por toda su grandeza, por el milagro constante de la vida. 

Su fiesta  la realizaremos el domingo, 7 de septiembre, ya que sus amigos de la escuela regresen de vacaciones. 

*David Salomón nació el 7 de agosto del 2006 a las 4 a.m. (era lunes, empezó a nacer el domingo por la mañana) en la Clínica Santa Isabel de Puerto Peñasco. Pesó al nacer 4 kilos y midió 50 cm*


miércoles, 9 de julio de 2014

Ventana

¡Buen día! Avanzando en la vida. Ayer tuve una visita muy especial para mí, pasadas las seis de la tarde, se me apareció en la oficina mi querida Jesu Preciado. Gracias. 

Tendemos a temer la profundidad de los océanos, al inmenso universo, al sueño profundo, pero hay algo más grande que todo eso, la verdad que vive encerrada en nuestros corazones, ahí habita el génesis de todos los tiempos.  

[Ventana testigo de historias de fuera y dentro del hogar. Miércoles, 9 de julio 2014]





viernes, 4 de julio de 2014

Huele a tierra mojada,

Huele a tierra mojada, le comenté a mamá. "Es que llovió anoche en Magdalena", me respondió hace unos minutos. :D Impregnado Caborca en aromas de temporada del monzón.

[Aquí no escucho el tren, pasa por la calle once, más allá]

[Aquí no escucho el tren, pasa por la calle once, más allá] ¿Cómo conciliar el sueño entonces? Llevo dos noches realizando regresiones de los momentos felices, ya cuando mamá y los niños duermen, entonces recorro las esquinas de la larga casa, el pasillo, los cuartos, los muebles, todo está intacto, como el escenario de aquellos tiempos; sonrío en momentos, melancolía permanente, así el sueño ha llegado, las dos mañanas desperté con una sonrisa por la memoria activada, por los buenos tiempos. Tantos, siempre.

lunes, 16 de junio de 2014

Rut, ¿de qué es la obra donde vas a participar el lunes?

-Rut, ¿de qué es la obra donde vas a participar el lunes?-, le pregunté la semana pasada.
-De Blanca Nieves-, me contestó
-¿Y de qué vas a salir?
-Pues dijo la maestra: "A todos los que no les di personaje van a salir de árbol"

[Lunes, 16 de junio 2014: Esta mañana representarán historias en el foro del Jardín de Niños "Narciso Mendoza". No podemos ir los papás ni a tomar fotos)
 


viernes, 13 de junio de 2014

Llegando a casa después de una larga jornada

9:45 de la noche, llegando a casa después de una larga jornada de actividades. Calle, saludando a nuestra vecina amiga Halcón y su familia temporal que la tiene en adopción Los Barrera Fernández; parada obligada en el Coffe Point del Josefa, me encontré a mi adorada Jesusa Gamboa en el estacionamiento del Aurrerá (viene al Puerto de un día para otro). Especie en peligro de extinción: Halcón Peregrino II. Viernes, 13 de junio: Luna llena a todo esplendor, este día era para reunirnos pero alguien metió el pié en unos botes de arena para gatos :3 Continuamos...
viernes:despertador:baños:desayunos:escuelas:trabajo:charlas:inbursa:imaden:radio:pantalónlucíaorendaín:librosdanielamanzo:narcisomendoza:alimentar:hacerpromoción:montessoridosymedia:itspptresdelatarderesolana:dejarángel:examentaekwondo:plazalamadreexpoferiatec:comer:casaprenderluces:coffepoint:aurrerá:jesusagamboadelejosisela:oxxo:casa:gatosfelices:perrosmoviendolacola:pijamashijos:lunaesplendorsa:muchospendientesporhacer:diezconcuatrominutosdelanoche:día13junio2014:somosalgomássiempremás.





jueves, 12 de junio de 2014

"¿Usted sabe que es la pus?"



Jueves, 12 de junio antes de las 3 p.m.: En la tarde mientras esperaba a Socorro que saliera de su trabajo tuve una conversación con un niño de 10-11 años, se acercó al carro y de la nada me preguntó: "¿Usted sabe que es la pus?"
-Pues la pus es un líquido que... (según yo iba a continuar con una explicación)
-No, es lo que me sacaban de unas llagas que me salían en la cabeza cuando vivía con una tía que me pegaba mucho-, me dice
-¿Eh? ¿Y por qué te pegaba?-, le dije sin saber qué responder
-Por todo-
-¿Y por qué te dejaste?-
-Porque no tenía a donde ir... luego me picaba en todo el cuerpo con el lápiz para que aprendiera las cosas de los libros de la escuela-
-¿Y aprendiste?- (pregunta tonta)
-No. Una vez me empujó contra una barra y cuando me caí me dio una patada en el estómago que me sacó el aire... por eso me salían esas llagas en la cabeza por los nervios-
-¿Y tu tía tiene hijos? ¿A ellos les pega también?-
-Poquito, no tanto como a mí-
-¿Y ahora?-
-Ya estoy a salvo. ¿Me regala un dulce de ese bote amarillo? (de la fiesta de Melquiades que Rut había subido hoy al carro)-
-Sí, claro, los que quieras-
Tomó su dulce y se fue corriendo a seguir jugando. Mientras, yo me quedé pensando en su primera pregunta. Y después de la jornada vuelvo a pensar en ello.


domingo, 8 de junio de 2014

La Pirámide de la Luna: Feliz Cumpleaños para Juan Carlos

La Pirámide de la Luna: Feliz Cumpleaños para Juan Carlos 

Juan Carlos nació un día como hoy 8 de junio pero de 1969, por lo tanto está cumpliendo 45 años de su natalicio, 26 años más de los que vivió en esta tierra. 

Ayer vi una foto muy especial para mí, no sé cómo se dan las situaciones, pero disfruté de un paseo a través de las gráficas de Karla y Miguel, hermanos de Juan Carlos y Bettini; quedé en schok cuando los vi en la Pirámide de la Luna, dos jóvenes llenos de energía y vitalidad subiendo, alcanzando... por momentos, por segundos quise imaginarme a Juan Carlos y Bettini siguiendo sus pasos, el caminar de sus hermanos menores, en esta dimensión, sin esos adioses tan trágicos.

Feliz Cumpleaños para Juan Carlos, un domingo para programar sus canciones: "En algún lugar" (Duncan Dhu); "Puño de tierra" (Antonio Aguilar)... su último cumpleaños, el 19, el festejo, ese que se quedó suspendido para todos mis tiempos de memoria.

Los días son difíciles en este mes. Feliz cumpleaños para Juan Carlos a donde ande, donde sonríe, donde pernocte su alma. Le abrazo dentro de mi corazón, en este espacio intocable, sin tiempo ni espacio; donde sabemos que está intacto el recuerdo, flores de cariño, sonrisas, carne asada, música, alegría. Tuve la dicha de conocerlo, tuve la dicha de ser su amiga: Palabras mayores.

viernes, 16 de mayo de 2014

Para Bettini, a once meses de su partida


Para Bettini, a once meses de su partida

Un mes más, un para siempre infinito. Cuando un amigo se va, elegías de los poetas, los mismos rostros, el sueño de la tarde con su presencia, lo que nunca nadie más explicará, las voces que hablan en nombre de dios, la certeza del ya nunca jamás; las palabras que no se dicen, las verdades que no se comentan, lo que todos saben, lo que se calla. El dolor, la herida profunda, la cicatriz que se abre en cualquier momento. 

El directorio más amplio en el más allá, todas las ausencias... la voz de Antonio Machado "... Señor, ya estamos solos mi corazón y el mar"... el dolor en silencio de los demás. "La vida tiene que seguir", unas miradas tras otras formando un océano; los ladrillos que acarrean las personas para formar una enorme barrera, un ladrillo el mes pasado, otro ladrillo días después, uno más, uno cada día, una pared enorme, detrás, sin esperanza de ver su vida regresar; mi corazón lleno de lamento porque nunca aprenderé suficiente de la muerte, del adiós, porque solamente creo en el aquí y en el ahora cuando se trata de esto, porque nunca seremos los mismos, porque el tiempo se va como agua en las manos; porque hay una casa llena de recuerdos, unos pasillos largos llenos de risas, bromas, complicidades, porque quedan las manos pintadas en las paredes, de aquellos días de aventuras, secretos, sueños grandes; la vida se revuelve tanto, se forman engrudos, lagunas, pantanos, mala voluntad, accidentes con finales llenos de estruendos.

No es una cruz, son muchas cruces, no son unos ojos que se apagan, se cierra un universo; un perdón por no saber vivir, por los caminos mal elegidos, por no correr a tiempo, por la llamada que no se realizó, por la punzada en el corazón. Es uno frente al mundo, con el mundo, con su historia, con todo lo que coexiste. Seres de tránsito, pero con alma, ¿eternidad? "Así no, así no", le decía a todos los que me encontré ese día de cuerpo presente, acepto todo, pero "así no".

Una madre, una esposa, unos hijos, una hija primera, sus amigos, sus hermanos, sus pasos por el mundo, tan joven, tan alegre, "no llores, no le gustaba ver llorar", yo lloré muchas veces con él, lloramos juntos por muchas cosas, ¿qué más da derramar lágrimas? Se las merece, cada una, hasta las que se quedan secas en el corazón. Pensar en todos, pensar en su historia, no quiero convertirlo en recuerdo; nunca he sabido retener el tiempo, no puedo dar vuelta a esta página, acabar con la historia, almacenar el libro de su vida. Duele porque duele, porque un hermano del corazón se me fue así, mala jugada del destino. 

Tal vez en un mes nos encontremos entre familia en su primer aniversario luctuoso, amigos, orando para él; tal vez busquemos un consuelo entre todos, como lo hacemos entre los días comunes. Tal vez lloremos más que el primer día. Lo siento mucho, una luz se apagó, su nombre que significa estrella se convirtió en una, lejana por cierto, pero quiero pensar que brilla en otro firmamento. Su día 15 se acaba, sus once meses de partida se acumulan, el mañana continúa siempre. Buenas noches.





jueves, 15 de mayo de 2014

Para Bettini, a once meses de su partida
Un mes más, un para siempre infinito. Cuando un amigo se va, elegías de los poetas, los mismos rostros, el sueño de la tarde con su presencia, lo que nunca nadie más explicará, las voces que hablan en nombre de dios, la certeza del ya nunca jamás; las palabras que no se dicen, las verdades que no se comentan, lo que todos saben, lo que se calla. El dolor, la herida profunda, la cicatriz que se abre en cualquier momento.
El directorio más amplio en el más allá, todas las ausencias... la voz de Antonio Machado "... Señor, ya estamos solos mi corazón y el mar"... el dolor en silencio de los demás. "La vida tiene que seguir", unas miradas tras otras formando un océano; los ladrillos que acarrean las personas para formar una enorme barrera, un ladrillo el mes pasado, otro ladrillo días después, uno más, uno cada día, una pared enorme, detrás, sin esperanza de ver su vida regresar; mi corazón lleno de lamento porque nunca aprenderé suficiente de la muerte, del adiós, porque solamente creo en el aquí y en el ahora cuando se trata de esto, porque nunca seremos los mismos, porque el tiempo se va como agua en las manos; porque hay una casa llena de recuerdos, unos pasillos largos llenos de risas, bromas, complicidades, porque quedan las manos pintadas en las paredes, de aquellos días de aventuras, secretos, sueños grandes; la vida se revuelve tanto, se forman engrudos, lagunas, pantanos, mala voluntad, accidentes con finales llenos de estruendos.
No es una cruz, son muchas cruces, no son unos ojos que se apagan, se cierra un universo; un perdón por no saber vivir, por los caminos mal elegidos, por no correr a tiempo, por la llamada que no se realizó, por la punzada en el corazón. Es uno frente al mundo, con el mundo, con su historia, con todo lo que coexiste. Seres de tránsito, pero con alma, ¿eternidad? "Así no, así no", le decía a todos los que me encontré ese día de cuerpo presente, acepto todo, pero "así no".
Una madre, una esposa, unos hijos, una hija primera, sus amigos, sus hermanos, sus pasos por el mundo, tan joven, tan alegre, "no llores, no le gustaba ver llorar", yo lloré muchas veces con él, lloramos juntos por muchas cosas, ¿qué más da derramar lágrimas? Se las merece, cada una, hasta las que se quedan secas en el corazón. Pensar en todos, pensar en su historia, no quiero convertirlo en recuerdo; nunca he sabido retener el tiempo, no puedo dar vuelta a esta página, acabar con la historia, almacenar el libro de su vida. Duele porque duele, porque un hermano del corazón se me fue así, mala jugada del destino.
Tal vez en un mes nos encontremos entre familia en su primer aniversario luctuoso, amigos, orando para él; tal vez busquemos un consuelo entre todos, como lo hacemos entre los días comunes. Tal vez lloremos más que el primer día. Lo siento mucho, una luz se apagó, su nombre que significa estrella se convirtió en una, lejana por cierto, pero quiero pensar que brilla en otro firmamento. Su día 15 se acaba, sus once meses de partida se acumulan, el mañana continúa siempre. Buenas noches.

lunes, 24 de marzo de 2014

¿Alguien escucha el tren de regreso?

Son las 2:42 de la mañana, la noche está muy fría, el tren aun no pasa de regreso, recién termino de escribir un texto que tiene que amanecer en la bandeja de correos del director del periódico, seleccionar fotos, me faltan más colaboraciones, más palabras. Este día me llevo a los sueños la alegría de los niños jugando en una fiesta de domingo; una madre que lloró al recordar al suyo porque se fue al cielo, "ya no juega más aquí", me dijo con su mirada. Me llevo en mi memoria el amor, las caricias de los seres cercanos, las palabras, los recados, las llamadas, me retiro a descansar con el júbilo de tener la oportunidad de estar en este mundo, así, con todos sus desafíos. Esta madrugada, el tren se ha retrasado, son casi las tres de la mañana, creo que lo esperaré en mi cama. Buenas noches. Un abrazo fuerte para el que lo necesite, perdón por mis omisiones. Hasta la mañana, Dios primero.
¿Alguien escucha el tren de regreso?


jueves, 6 de marzo de 2014

Gabriel José de la Concordia García Márquez, feliz cumpleaños

Gabriel José de la Concordia García Márquez, feliz cumpleaños. Tal vez sea una de las últimas que ande felicitándote, estuve presente en todas las fiestas que tuviste en el mundo cibernético, este mundo paralelo, esta alianza donde las almas se tocan y se llaman sin siquiera darnos cuenta, en esta red que alimenta las dimensiones, algunas, quizá todas, ¿quién puede saberlo? Aun estás en ésta querido Gabo, el escritor, ¿a qué no sabes que un día me descubrí en tu novela El Coronel no tiene quién le escriba? Mi alma y yo, somos ese Coronel que espera cada viernes la respuesta, la justa remuneración de lo que fue su guerra; un día supe lo que es la literatura, eso algo más allá de qué sé yo; tu pluma García Márquez, descubrió lo que soy y seguiré siendo. ¿Cómo le haces? ¿Quién eres? ¿Cómo lo lograste? Esa es la maravilla, ese es mi respeto. Tomo la novela entre mis manos y leo, leo esas líneas que me describen siempre, los símbolos, los destiempos, el hijo ausente que no se puede ni llorar porque no existen los cómos y las formas. Ese caminar, la ropa roída, la olla humeante, ese ir y venir a esperar el correo, las miradas, los viernes (mañana es viernes), la prudencia, la compañía que siempre cuestiona; las glorias y laureles fugaces, eso que queda para recordar el resto de la vida. El gallo, alimentar el animal, es lo primordial dices, la esperanza. Lo que fue, lo que se queda, ese personaje eterno, el Coronel y yo. Me veo en él, me hiciste en él, lo entiendo claramente pero no sé por qué. La escribiste en 1961, yo nací en 1970, ¿la habrá leído mi madre antes de concebirme? ¿Durante el parto? Yo también soy veterana de la Guerra de los Mil Días, total, lo escrito escrito está, ahí permanece y es de ese material perenne. Feliz cumpleaños 87 Gabriel, has avanzado bastante; aun te queda tiempo de inventar existencias, de predecir vidas, de crear andanzas, aun tienes tinta y papel, aun tienes piel. Buenas noches Gabriel García Márquez, recibe un beso, tal vez el de la medianoche, de una noche que se despide al son de las mañanitas. Aché.


jueves, 30 de enero de 2014

Por si las flies

Durante la presentación del proyecto del Home Port de Puerto Peñasco
el día miércoles, 29 de enero del 2014 casi al mediodía. 

sábado, 4 de enero de 2014

25 Aniversario Luctuoso de Juan Carlos Preciado Galaz (1969-1989)

Hace 25 años falleció Juan Carlos Preciado Galaz a la edad de 19 años, su recuerdo en mi corazón, memoria y vida siguen intactos; su partida fue una fuerte sacudida en mi vida, tanto que a veces no me puedo explicar cómo es que pude salir de esa impresión teniendo apenas 18 años de edad; otras veces me queda muy claro, gracias a la solidaridad de tantos seres humanos que en esos momentos son instrumentos y se desempeñan como ángeles en la tierra, hogares que me abrieron las puertas para que no pasara los días en casa donde estaba todo el recuerdo vivo de Juan Carlos. Recuerdo los días del 3 al 8 de enero de 1989, pero después de esas fechas los primeros años siguientes se me pierden en mi memoria y siento grandes confusiones, solamente intenté seguir, caminar, aferrarme, buscar, estudiar, meditar, trabajar, dormir, todo lo que me llevara a continuar viviendo. En mi camino aparecieron nuevos rostros, amigos, cariños entrañables, seres especiales que me ayudaron a seguir siempre; proyectos religiosos, de trabajo, de estudios, grandes retos que me hacían sentir que valía la pena continuar. Algo pasa entre los humanos cuando alguien se siente perdido, se activan mentes, corazones, situaciones, se activan sentimientos ocultos capaces de alimentar energéticamente a alguien que está apagado, en esa ocasión, fue a mí. Tengo una lista escrita y precisa en mi corazón de personas que toleraron mi tristeza, mi descontrol, mi desarmonía, personas que supieron permanecer a pesar de ser yo muchas veces una persona no grata, que no encajaba en lo común, supieron estar ahí; esa lista está impresa con letras de oro en mi vida, están para la eternidad en ese estado inolvidable. De las demás personas que no pudieron seguir, estar, no pudieron tener compasión de mi tristeza, de ellas no me acuerdo, no sé si existieron ni cómo se comportaron ni lo que hablaron; cada quien refleja lo que trae en su interior cuando se enfrenta ante situaciones adversas de los demás seres humanos.

Después de conocer ese rostro de la muerte, ese rostro que te quita a un joven lleno de brío y proyectos mutuos (maletas hechas, boletos de avión, escuelas pagadas, pasaportes visados, calendario establecido, secretos compartidos), tras comprender que la vida es eso, he podido asimilar con más entereza las partidas que han seguido desde entonces; guardando siempre un dolor infinito y perene por los seres que son entrañables en mi vida, comprendí que la línea que divide la vida y la muerte es apenas tangible y que en un pestañear de ojos muere todo para nacer de nuevo todo. Aprendí a no buscar consuelo sino a saber vivir con lo que tenemos, con el dolor y la alegría, no me quedó otra salida masque ser valiente y enfrentar las situaciones de frente; entre tantas respuestas buscadas y respuestas obtenidas, se crece de alguna forma, porque es decisión personal lograrlo.

El extrañar físicamente a una persona es lo terrible, las personas te hablan de dios y del más allá con una facilidad que sorprende: “él ya está en el cielo, ya descansa en paz, hasta ahí tenía su raya, es la voluntad de dios, déjalo descansar, no le llores, no lo invoques, no lo menciones, déjalo ir, acepta, resígnate, fíjate en el dolor de su madre, no llores enfrente de tu mamá…”; todas las frases me retumban en mi mente, pero recuerdo más esos abrazos largos, esos llantos compartidos, esa compañía que desahoga, ese silencio oblativo, esa melodía precisa, esa mirada amorosa, esas manos extendidas, esas bienvenidas largas, esas despedidas cortas. La partida de tu ser querido, de tu amigo, es eso, es tuyo, es tu dolor, tu angustia, el tú saber por qué sufres, es algo entre dos.

La vida continua, ya han pasado 25 años, ha sido una carrera larga, una vida plena, porque cuando las personas mueren uno aprende el valor de la vida, aprende a amar la vida, a amar a los tuyos con más fuerza que nunca, aprendes a no lastimar a los demás, a cuidar de los seres vivos (animales, plantas), a no hacerte daño, a cuidar que no te pase nada para que nadie sufra tu pérdida voluntaria; ya han pasado más años de los que vivió Juan Carlos en esta vida, algunos seres aun rumoran recuerdos, algunas voces aun inventan, pero uno tiene su propia historia, uno sabe de su vida y muy claramente. Las adversidades obligan a ir eligiendo otros caminos, a cambiar de aires cuando están contaminados, a buscar los mejores seres para convivir a diario, las adversidades te obligan a buscar a pulso la felicidad, pero la felicidad basada en lo intangible, en el amor, la lealtad, la construcción, el trabajo, la creación; no en lo material, eso se da por añadidura, pero no es el fin que se debe de perseguir, porque mis seres que se han ido de este mundo no se han llevado nada, pero sí se han llevado mi cariño, mi amor incondicional, de eso estoy segura. Sé que de alguna forma eso lo sentirán para la eternidad en sus almas. Sé que Juan Carlos lleva en su viaje eterno mi amistad que lo hizo sentir tan especial; lo demás es parte de nuestra historia juntos.

Creo firmemente que estamos en esta vida prestada para crecer en nuestro interior, en el alma, en esa luz que Dios en su grandeza nos enciende y nos hace diferente a todas las demás especies; creo que tenemos esa oportunidad, esa es la prioridad, crecer como humanos, engrandecer nuestros espíritu y ser lo más que podamos en esa alma que tenemos resguardada en nuestro ser. Somos mucho más que materia. Es por eso que hay temas que siempre nos hacen reflexionar, buscar, siempre tratar de trascender y elevarnos un poco más a la vez. Por eso les comparto lo siguiente en este día tan especial para mi vida, en este día de profunda reflexión acerca de la vida y la muerte:

El pasado 30 de diciembre falleció Karla Yescas, una mujer preciosa de 45 años, falleció víctima del cáncer en plenitud de su vida; Karla es de Caborca, vivía en Estados Unidos, casada y con cuatro hijos; cuando me enteré de su partida, de su conciencia de estar dejando este mundo, a sus hijos aun tan jóvenes, tan niños, sentí una gran desolación por esa historia de amor; no puede atinar a otra cosa masque a rezar, a hacer oración, a tratar de abrazar a la distancia a seres que no conoces como conociste a Karla cuando era una adolescente, una jovencita tan bella. Ayer entré a su Facebook y encontré una carta que le escribió su esposo a Karla, en ella, ayer por la noche, aprecié un amor tan grande, encontré tantas respuestas, tanto que aprender de Karla, de su esposo, su mamá y sus hijos que quiero, con mucho cariño, con un gran respeto, compartirlo con todos ustedes que han decidido tener esta tarde de reflexión, meditación e introversión junto conmigo. Quiero que la partida de Karla nos haga crecer como seres de luz, como hijos de Dios. Todos somos parte de todos. Gracias. Aché.

***
Para una maravillosa mujer, hija, esposa, madre y amiga
El Cáncer es visto por mucha gente como una de las peores cosas que podría pasarle a una persona. Las razones son más que evidentes, pues el cáncer es en verdad una enfermedad terrible, que trae consigo incesante sufrimiento tanto físico como emocional. Así que hasta no hace mucho tiempo yo también veía lo mismo que esas gentes.
Pero cuando esa persona ofrece con Amor a Dios su sufrimiento y su dolor para que sus seres queridos estén bien, y pide para que otras personas no padezcan el mismo sufrimiento, las cosas toman un rumbo completamente distinto. Es interesante como este ofrecimiento se asemeja a lo que alguien llamado Jesús hizo por nosotros hace algunos 2000 años, y nos muestra con tal claridad, el camino de la Redención, si solamente sabemos abrir nuestro corazón a ese sufrimiento. Fuiste capaz de ofrecer tu sufrimiento con tal amor a Dios, que los frutos de ese continuo acto se ven reflejados en mi persona, nuestros hijos, tu madre, tu hermano y el gran número de familiares y amigos a los que de alguna forma tu sufrimiento ha tocado su corazón.
Hoy gracias a ti y a tu sacrificio, nuestros cuatro hijos son y serán por siempre mejores personas. Su capacidad de amar, su madurez y su valentía no dejan de asombrarme. Estoy, y sé que tú también, inmensamente orgulloso de ellos. Hoy en día no sé qué sería de mí, sin su gran amor y apoyo. He compartido contigo la gracia de formar una hermosa familia, y aun cuando no estés más físicamente presente con nosotros, nuestros hijos y yo sabemos que tu presencia y tu esencia estará siempre con nosotros.
Luchaste hasta el fin aun cuando en más de una ocasión el pronóstico médico no fuera favorable. Venciste inclusive en una ocasión ese pronóstico adverso gracias a tu gran Fe e inquebrantable voluntad. Tu gran amor a Dios jamás te permitió alguna queja contra Él. Aceptaste siempre su Voluntad y solo en tus momentos finales de agonía preguntabas si Dios te habría abandonado. Jesucristo en su agonía preguntó también lo mismo al Padre. Hoy con Él, estás junto a Dios Padre gozando de su Gloria.
A nuestros familiares y amigos agradecemos infinitamente todo su apoyo, sus oraciones y ayuda incondicional que nos brindaron durante todo este trayecto. Estaremos siempre en deuda con ustedes.
Quiero antes de terminar, dedicar unas palabras para tu madre, a la cual amaste infinitamente. Su amor, devoción y cuidado por ti me conmovió en más de una ocasión. No hay palabras para consolar el dolor de una madre que ha perdido a su hija, pero quiero decir que esto es más que palabras. Son hechos y testimonio viviente de cómo cada persona a la que tu sufrimiento haya tocado, es ahora una mejor persona. Que tu sacrificio y el inmenso amor que siempre nos demostraste, en conjunto con nuestra Fe y amor a Dios, nos ayude a tu madre y a todos tus seres queridos a encontrar alivio a nuestras almas que hoy comparten el dolor de verte partir. Hoy honramos tu muerte y tu sufrimiento, y celebramos tu vida y tu eterna existencia entre nosotros.

Tu amado esposo

Alfredo




Hace 25 años falleció Juan Carlos Preciado Galaz a la edad de 19 años

Hace 25 años falleció Juan Carlos Preciado Galaz a la edad de 19 años, su recuerdo en mi corazón, memoria y vida siguen intactos; su partida fue una fuerte sacudida en mi vida, tanto que a veces no me puedo explicar cómo es que pude salir de esa impresión teniendo apenas 18 años de edad; otras veces me queda muy claro, gracias a la solidaridad de tantos seres humanos que en esos momentos son instrumentos y se desempeñan como ángeles en la tierra, hogares que me abrieron las puertas para que no pasara los días en casa donde estaba todo el recuerdo vivo de Juan Carlos. Recuerdo los días del 3 al 8 de enero de 1989, pero después de esas fechas los primeros años siguientes se me pierden en mi memoria y siento grandes confusiones, solamente intenté seguir, caminar, aferrarme, buscar, estudiar, meditar, trabajar, dormir, todo lo que me llevara a continuar viviendo. En mi camino aparecieron nuevos rostros, amigos, cariños entrañables, seres especiales que me ayudaron a seguir siempre; proyectos religiosos, de trabajo, de estudios, grandes retos que me hacían sentir que valía la pena continuar. Algo pasa entre los humanos cuando alguien se siente perdido, se activan mentes, corazones, situaciones, se activan sentimientos ocultos capaces de alimentar energéticamente a alguien que está apagado, en esa ocasión, fue a mí. Tengo una lista escrita y precisa en mi corazón de personas que toleraron mi tristeza, mi descontrol, mi desarmonía, personas que supieron permanecer a pesar de ser yo muchas veces una persona no grata, que no encajaba en lo común, supieron estar ahí; esa lista está impresa con letras de oro en mi vida, están para la eternidad en ese estado inolvidable. De las demás personas que no pudieron seguir, estar, no pudieron tener compasión de mi tristeza, de ellas no me acuerdo, no sé si existieron ni cómo se comportaron ni lo que hablaron; cada quien refleja lo que trae en su interior cuando se enfrenta ante situaciones adversas de los demás seres humanos.

Después de conocer ese rostro de la muerte, ese rostro que te quita a un joven lleno de brío y proyectos mutuos (maletas hechas, boletos de avión, escuelas pagadas, pasaportes visados, calendario establecido, secretos compartidos), tras comprender que la vida es eso, he podido asimilar con más entereza las partidas que han seguido desde entonces; guardando siempre un dolor infinito y perene por los seres que son entrañables en mi vida, comprendí que la línea que divide la vida y la muerte es apenas tangible y que en un pestañear de ojos muere todo para nacer de nuevo todo. Aprendí a no buscar consuelo sino a saber vivir con lo que tenemos, con el dolor y la alegría, no me quedó otra salida masque ser valiente y enfrentar las situaciones de frente; entre tantas respuestas buscadas y respuestas obtenidas, se crece de alguna forma, porque es decisión personal lograrlo.

El extrañar físicamente a una persona es lo terrible, las personas te hablan de dios y del más allá con una facilidad que sorprende: “él ya está en el cielo, ya descansa en paz, hasta ahí tenía su raya, es la voluntad de dios, déjalo descansar, no le llores, no lo invoques, no lo menciones, déjalo ir, acepta, resígnate, fíjate en el dolor de su madre, no llores enfrente de tu mamá…”; todas las frases me retumban en mi mente, pero recuerdo más esos abrazos largos, esos llantos compartidos, esa compañía que desahoga, ese silencio oblativo, esa melodía precisa, esa mirada amorosa, esas manos extendidas, esas bienvenidas largas, esas despedidas cortas. La partida de tu ser querido, de tu amigo, es eso, es tuyo, es tu dolor, tu angustia, el tú saber por qué sufres, es algo entre dos.

La vida continua, ya han pasado 25 años, ha sido una carrera larga, una vida plena, porque cuando las personas mueren uno aprende el valor de la vida, aprende a amar la vida, a amar a los tuyos con más fuerza que nunca, aprendes a no lastimar a los demás, a cuidar de los seres vivos (animales, plantas), a no hacerte daño, a cuidar que no te pase nada para que nadie sufra tu pérdida voluntaria; ya han pasado más años de los que vivió Juan Carlos en esta vida, algunos seres aun rumoran recuerdos, algunas voces aun inventan, pero uno tiene su propia historia, uno sabe de su vida y muy claramente. Las adversidades obligan a ir eligiendo otros caminos, a cambiar de aires cuando están contaminados, a buscar los mejores seres para convivir a diario, las adversidades te obligan a buscar a pulso la felicidad, pero la felicidad basada en lo intangible, en el amor, la lealtad, la construcción, el trabajo, la creación; no en lo material, eso se da por añadidura, pero no es el fin que se debe de perseguir, porque mis seres que se han ido de este mundo no se han llevado nada, pero sí se han llevado mi cariño, mi amor incondicional, de eso estoy segura. Sé que de alguna forma eso lo sentirán para la eternidad en sus almas. Sé que Juan Carlos lleva en su viaje eterno mi amistad que lo hizo sentir tan especial; lo demás es parte de nuestra historia juntos.

Creo firmemente que estamos en esta vida prestada para crecer en nuestro interior, en el alma, en esa luz que Dios en su grandeza nos enciende y nos hace diferente a todas las demás especies; creo que tenemos esa oportunidad, esa es la prioridad, crecer como humanos, engrandecer nuestros espíritu y ser lo más que podamos en esa alma que tenemos resguardada en nuestro ser. Somos mucho más que materia. Es por eso que hay temas que siempre nos hacen reflexionar, buscar, siempre tratar de trascender y elevarnos un poco más a la vez. Por eso les comparto lo siguiente en este día tan especial para mi vida, en este día de profunda reflexión acerca de la vida y la muerte:

El pasado 30 de diciembre falleció Karla Yescas, una mujer preciosa de 45 años, falleció víctima del cáncer en plenitud de su vida; Karla es de Caborca, vivía en Estados Unidos, casada y con cuatro hijos; cuando me enteré de su partida, de su conciencia de estar dejando este mundo, a sus hijos aun tan jóvenes, tan niños, sentí una gran desolación por esa historia de amor; no puede atinar a otra cosa masque a rezar, a hacer oración, a tratar de abrazar a la distancia a seres que no conoces como conociste a Karla cuando era una adolescente, una jovencita tan bella. Ayer entré a su Facebook y encontré una carta que le escribió su esposo a Karla, en ella, ayer por la noche, aprecié un amor tan grande, encontré tantas respuestas, tanto que aprender de Karla, de su esposo, su mamá y sus hijos que quiero, con mucho cariño, con un gran respeto, compartirlo con todos ustedes que han decidido tener esta tarde de reflexión, meditación e introversión junto conmigo. Quiero que la partida de Karla nos haga crecer como seres de luz, como hijos de Dios. Todos somos parte de todos. Gracias. Aché.

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Para una maravillosa mujer, hija, esposa, madre y amiga

El Cáncer es visto por mucha gente como una de las peores cosas que podría pasarle a una persona. Las razones son más que evidentes, pues el cáncer es en verdad una enfermedad terrible, que trae consigo incesante sufrimiento tanto físico como emocional. Así que hasta no hace mucho tiempo yo también veía lo mismo que esas gentes.
Pero cuando esa persona ofrece con Amor a Dios su sufrimiento y su dolor para que sus seres queridos estén bien, y pide para que otras personas no padezcan el mismo sufrimiento, las cosas toman un rumbo completamente distinto. Es interesante como este ofrecimiento se asemeja a lo que alguien llamado Jesús hizo por nosotros hace algunos 2000 años, y nos muestra con tal claridad, el camino de la Redención, si solamente sabemos abrir nuestro corazón a ese sufrimiento. Fuiste capaz de ofrecer tu sufrimiento con tal amor a Dios, que los frutos de ese continuo acto se ven reflejados en mi persona, nuestros hijos, tu madre, tu hermano y el gran número de familiares y amigos a los que de alguna forma tu sufrimiento ha tocado su corazón.
Hoy gracias a ti y a tu sacrificio, nuestros cuatro hijos son y serán por siempre mejores personas. Su capacidad de amar, su madurez y su valentía no dejan de asombrarme. Estoy, y sé que tú también, inmensamente orgulloso de ellos. Hoy en día no sé qué sería de mí, sin su gran amor y apoyo. He compartido contigo la gracia de formar una hermosa familia, y aun cuando no estés más físicamente presente con nosotros, nuestros hijos y yo sabemos que tu presencia y tu esencia estará siempre con nosotros.

Luchaste hasta el fin aun cuando en más de una ocasión el pronóstico médico no fuera favorable. Venciste inclusive en una ocasión ese pronóstico adverso gracias a tu gran Fe e inquebrantable voluntad. Tu gran amor a Dios jamás te permitió alguna queja contra Él. Aceptaste siempre su Voluntad y solo en tus momentos finales de agonía preguntabas si Dios te habría abandonado. Jesucristo en su agonía preguntó también lo mismo al Padre. Hoy con Él, estás junto a Dios Padre gozando de su Gloria.
A nuestros familiares y amigos agradecemos infinitamente todo su apoyo, sus oraciones y ayuda incondicional que nos brindaron durante todo este trayecto. Estaremos siempre en deuda con ustedes.

Quiero antes de terminar, dedicar unas palabras para tu madre, a la cual amaste infinitamente. Su amor, devoción y cuidado por ti me conmovió en más de una ocasión. No hay palabras para consolar el dolor de una madre que ha perdido a su hija, pero quiero decir que esto es más que palabras. Son hechos y testimonio viviente de cómo cada persona a la que tu sufrimiento haya tocado, es ahora una mejor persona. Que tu sacrificio y el inmenso amor que siempre nos demostraste, en conjunto con nuestra Fe y amor a Dios, nos ayude a tu madre y a todos tus seres queridos a encontrar alivio a nuestras almas que hoy comparten el dolor de verte partir. Hoy honramos tu muerte y tu sufrimiento, y celebramos tu vida y tu eterna existencia entre nosotros.
Tu amado esposo
Alfredo