domingo, 22 de noviembre de 2015

El primer café

Inexplicable sensación de paz en domingo mañana otoño entrando por la madera ventana. En el primer café de la mañana aferrada a la vida con toda ansiedad de continuar. Qué maravilloso es tener la oportunidad de sentir. Buen día, preparando el ritual del primer café de la mañana. Disfrutemos mientras tanto. Seguimos.
[8:40 a.m. Domingo 22 de noviembre mes, 2015]

lunes, 2 de noviembre de 2015

Noche de muertos

Es la una con 11, el otro día ha llegado, el día de todos mis muertos, de esos que no olvido, que habitan en mi corazón, que me duelen en el cuerpo, que los camino con mis pesadas piernas. Esos muertos, el de la última mirada, el del último aliento, el de la palabra amor, eternidad. Las abuelas, los abuelos, mi padre, mi hermano, familia, mi cariño entrañable, mi amigo del alma. Su día ha llegado, no tengo altar, pero tengo memoria, piel que recuerda. El mismo anhelo, el sendero, lo que se queda para siempre. Mis muertos, los que habitan en mi frente, en mis manos, en las telas negras, en ese crío cuervo que me visitó ayer a las cinco. El día ha llegado, como siempre, entre mis muertos, entre sus brazos, donde el amor es infinito, íntimo, eterno. Tiempo entonces de encender una luz para que recuerden el sendero, el camino que los traiga a donde no son olvidados.
El tren de esta madrugada transportará las almas perdidas, las sin esperanzas, las que olvidaron cantar, las que no saben rezar; el tren, pasará a las tres horas, entonces, entre sueños, conversaré alegremente con mis muertos.
Las puertas se abren para transportarnos entre los territorios del más allá, entre vivos, entre muertos. La Cruz de Madera. El día ha llegado, el tren no ha pasado, el nudo en la garganta, la canción que recuerda, la fotografía que envejece, la puerta está abierta, la luz encendida, los brazos extendidos y la nostalgia.
[La una con 27 horas del dos de noviembre de pasados quince años de dos mil. Noche de Muertos]

sábado, 3 de octubre de 2015

Confiemos esta noche, la Divina Providencia resolverá.

Terminando el día con su jornada. Cerca de la media noche los aires están recorriendo estos mares cercanos, las aves nocturnas van emigrando al verano del sur terrestre. Fueron largas las horas. Hubo avances. En otras partes el cielo revoloteado hizo lo suyo, aquí trajo tiempo fresco, tiempo de tregua ... así, cuando se avecinan los finales de paz, velas, champurro, tamal. Constancia en los cambios, nada permanece. Un día con tres del mes diez del año que se va. Descansar entonces unas horas para continuar porque el corazón como la vida no tiene tregua, se transforma en el siempre. Buenas noches; lo seguro es de que el astro regresará con su promesa eterna. Antes de caminar hacia mi habitación imagino ese momento cuando estiro mi cuerpo, siento la dicha y el sueño se apodera de lo que soy. Confiemos esta noche, la Divina Providencia resolverá. Y mañana, será el otro día con todo sus bemoles. La vida.
[Sábado, 3 de octubre 2015 a las 11:35 de la noche del ruido mar en mi ventana de este puerto]

sábado, 4 de julio de 2015

24 minutos pasan de la medianoche

24 minutos pasan de la medianoche; las calles de Caborca dan vuelta en carros. Pareciera que los tiempos se detienen pero ya no están aquellos días de risas por los pasillos. El jardín de los abuelos luce a la luz de una luna que se esconde entre delgadas nubes. Las nostalgias son así, los olores entre higos, uvas, azúcares y manos cansadas traen esas fotografías de los largos ayeres. Mis hijos duermen, regresan del campamento, cuentan entre letargos de sueños que fueron felices, todo eso en los viejos campos de mi secundaria escuela. Somos aquellos, somos ellos, somos recuerdos. La noche de verano, cuando la vida empieza para tantos, otros la observamos con media mirada, con ternura mirada, con entonación baja, en susurros, a mitad de la noche. Mi madre todavía trabaja en la cocina, su hijo Aarón le trajo recién cosecha de abundancia higos. Desierto bendiciones, desierta noche, camino listo para partir al puerto. Hasta el amanecer con la venia del Cielo, en espera de la promesa del sol, de siempre regresar. Gracias por los que responden, los que dejan que los sueños caminen a la realidad. Tal vez escuche el tren que va rumbo al Norte, ese, el que lleva la esperanza de los que viajan descifrando las estrellas. Buenas noches para todos, luz y progreso para aquellos, por la paz, por el amor, sin duda, mañana todo será mejor.
Aun en viernes pasando al 4 de julio 2015. En el corazón de Caborca.

viernes, 5 de junio de 2015

La tarde se decoró con el pacto divino

La tarde se decoró con el pacto divino con todo ser de la tierra, sus colores brillaban entre nubes que no terminaron de unirse nunca, la frescura nos recordó el camino de la verdad, de la vida. Mis hijos se deleitaron en las aguas del mar, jugaron para despedir la hora sagrada, la última hora, esa cuando el sol se despide dejando la promesa de regresar; mi amado Socorro sonrió con un patito marino que jugaba a esconderse, zambullía se asomaba, lo veía, se escondía. El dolor por los niños ABC, lo deposité en las manos perfectas, en las manos de luz, en la justicia divina, ahí donde solamente mi alma descansa. El día se fue entre un fresco verano, entre la reflexión, la solicitud mirada al Cielo Eterno. El tiempo, el secreto, el misterio, la alianza, el pacto. Somos hijos del Ser Todo Poderoso, hermanos del crucificado, de la sangre preciosa derramada por nosotros. Se nos olvida que somos seres tan amados, que nuestra alma descansa en una luz eterna. Seres de luz. Seres de amor. Ante esta noche sublime, con este aire que me acaricia, que me avisa, que me recuerda, pido paz para todos, amor derramado en todos los corazones, en todas las pieles; en todos los campos, en ese valle que nos anhela siempre. La oportunidad de seguir, de continuar, de amar, de despedir el día con tanto sentimiento de ángeles rondando por doquier. Solamente queda aprender, ser fortaleza, brazos que protejan, mano que se extienda para bien, mirada larga y serena para todo aquel que vive atribulado. La tarde cerró con un arco iris de multiplicados colores, así deseo para todos el amor, la salud, la paz, que lo demás llegará, sin duda, por añadidura. Hasta el amanecer, en espera de la promesa eterna.
Mi papá oraba siempre: "Luz y progreso para todos mis enemigos". Así nos enseñó a pedir.
También en viernes, 5 de junio 2015 en un puerto hermoso.

miércoles, 27 de mayo de 2015

36, estuvimos treinta y seis en este cinemartes 93

36, estuvimos treinta y seis en este cinemartes 93. Llegamos a casa pasando la medianoche, el cielo que nos contempló es uno de los más hermosos que he visto en mucho tiempo, tal vez desde mis tiempos del Sonoyta ranchito de papá. Noche magia. La luna se baña en el mar entre colores azules por supuesto marinos. Es demasiado para lo que mis ojos soportan. Belleza acorralada, desprotegida. Ocho documentales fueron pretexto para volvernos a ver en el desierto; la ordinaria felicidad que entregan los realizadores, lo involuntario. Mi espíritu satisfecho trasciende entonces estos matices de noche, de hermosa noche, de esas noches sublimes, como la noche de paz, la noche de amor pero a finales de mayo, con la estrella de David guiando a los reyes, dando noticias a los pastores. Aquí estamos, esto es, sin duda, la primera piedra, el paraíso, el arché, el primer motor. La montaña sagrada: donde fueron expulsados aquellos, los primeros, los que fuimos desde entonces. Se avecina el 27 del quinto mes de tantos años, viene el aullido de los perros, el camino en tren con eternos pasajeros. Seamos universo mientras la respiración perdure. Buenas noches.

lunes, 4 de mayo de 2015

Descalza por las vías del tren


Les cuento. Son las 11: 34 p.m. Hace dos horas salimos a comprar agua (garrafón) al Oxxo que está a dos cuadras de la casa, no sirve el dispensador nos informaron. Nos fuimos por la Sinaloa al siguiente Oxxo (creo que es la calle que más Oxxos tiene en Peñasco), pasamos las vías, la casa de Wendy. Una cuadra antes del Oxxo, se apagó el carro. Creímos que era la gasolina, aunque sabíamos que traía pero como está tan cara uno ya no sabe lo que rinde y el medidor no marca. El caso es que la gasolinera de la Sinaloa y Fremont estaba cerrada, Socorro vino a casa por el tambito para echar gasolina, se fue a la del Círculo K, echó gasolina, después tomó un taxi, llegó al carro, echamos gasolina. No fue la gasolina, simplemente el carro no arranca, muchos fueron los intentos. Lo apuchamos a casa de Wendy, ahí lo dejamos. El caso es que el carro no cierra bien, nos trajimos todo en una cobija, como morral; Rut y yo nos fuimos descalzas, Salomón se quedó en casa. Nos vinimos caminando mientras pasaba un taxi, pasamos las vías, Socorro cargando a Rut con un brazo y con la otra mano el morral de cobija con las cosas. Detrás, venía yo con el garrafón, el tambito de la gasolina (de esos rojos), mi bolsa y descalza, caminando por la calle porque hay unas partes donde no hay banquetas; ya casi llegando al expendio de cerveza de la Sinaloa y Fremont se paró Estevan Pivac (es uno de los primeros amigos que hice cuando llegué a vivir a Peñasco en el 2003), nos ofreció raite. Me reí antes de subirme a su camioneta y le dije -qué vergüenza-.

Llegamos a casa, a dios gracias, Estevan me platicó que vivió en los 80's en la casa -que es una leyenda- que está justo enfrente... El carro dormirá afuera de la casa de Wendy. Y mañana, dios dirá. Amaneciendo las cosas cambian o se ponen peores. 
Emoticono smile
Llegamos a casa, a dios gracias, Estevan me platicó que vivió en los 80's en la casa -que es una leyenda- que está justo enfrente... El carro dormirá afuera de la casa de Wendy. Y mañana, dios dirá. Amaneciendo las cosas cambian o se ponen peores 

Emoticono grinDomingo, 3 de mayo 2015 son las 11:45 p.m.
Domingo, 3 de mayo 2015 son las 11:45 p.m.
*En casa de Wendy durmiendo desde temprano, todo apagado, en silencio.

lunes, 13 de abril de 2015

Lunes de tarde moras

De niña, cuando iba a la casa de mi abuela Chú, uno de mis grandes deleites era comer moras de los dos árboles que están sembrados desde entonces en el gran corral; después, por muchos años dejaron de dar frutos, no había moras, mi sorpresa fue estos días que estuve en Caborca, los árboles han vuelto a dar moras ni siquiera sé si es temporada, lo importante, mi gran regalo fue cosechar los recuerdos vividos aquellos años cuando habitaba el hogar mi abuelo, mi abuela. Esa parte de la niñez que no muere, que queda intacta; en estos momentos estoy disfrutando de esos frutos cosechados, cada uno ingresa amor, cobijo, cariño, atención a mi vida, cada mora es medicina en salud. El milagro del amor de abuelos cosechados, el milagro que dejó sembrado mi abuela Chú, en las moras, mandarina, naranja agria, manzanilla que de vez en cuando nace perenne en el jardín. Un instante, un sabor, una textura basta para conectar directamente con aquella niña de largas tardes que mientras todos dormían la siesta deambulaba entre los árboles, el silencio, los rayos del sol traspasando las ramas, pero sobre todo, cosechando ricas moras de infancia.
Gracias a la vida por estos privilegios, por el tiempo que ha sido centinela de guardar ese jardín, ese corral, a pesar de otras intenciones, el tiempo ha vencido, logrando que siempre regrese a mis días de infancia. Días de alegrías absolutas, al calor de mi abuela que me dejó tanto para siempre. Lunes de tarde moras.
Remembranza en fruta del jardín corral de la casa de los abuelos intacta aún en Caborca. Lunes, 13 de abril 2015.

domingo, 22 de febrero de 2015

Semillas al vuelo

10:36 de la noche en este puerto, el mar está embravecido, el viento zigzagueante no se pone de acuerdo en sus coordenadas. No ladran perros, no andan gatos husmeando las esquinas. Algo dejarán las semillas que van volando, quizá sea, esa primavera en promesa que se espera.

domingo, 4 de enero de 2015

La noche pasada es la más larga de mi calendario

Ritual, abrir la caja del recuerdo, 26 años de ausencias, estudiando el lenguaje del corazón, descifrando aquellas largas miradas. Apreciar cada objeto, un encendedor negro (que aún prende), un par de pantunflas de piel, la chamarra negra, un cuadro que nos regalamos la misma imagen el mismo día, el pañuelo de papel que guarda su última lágrima, cartas, notificaciones de las universidades, fotografías, planes, sueños, tanto objetos recopilados como vida desbordada: Abrir la caja, vivir la nostalgia. Seleccionar las canciones que se convirtieron en su himno. El recuerdo intacto nos hace seguir, cada quien en su propia dimensión, en su propia realidad.

La noche pasada es la más larga de mi calendario, se repite una y otra vez, recorro las horas, los minutos, el llamado por la ventana, la puerta, el teléfono sin cesar. Sería ingrato olvidar, no hay lugar para el olvido, el tiempo acomoda todo, repite el ritual y abro la caja del recuerdo en su momento, en su memoria. Con el tiempo he aprendido un poco del diálogo de la vida, de la ausencia, del no retorno, mis manos tocan las frías tumbas con la calidez de la esperanza. Ser amiga es cuestión de un para siempre, es asunto de una eternidad. Aquí estoy, frente a la caja del recuerdo, ya han pasado 26 años.

In memoriam: Juan Carlos Preciado Galaz, que partió a sus 19 años el miércoles, 4 de enero de 1989 alrededor de las 20 horas.

(Foto: Chamarra negra de su propiedad. La importancia de una prenda.)