sábado, 12 de octubre de 2019

Las aguas están serenas

Llegué a vivir a Puerto Peñasco el 24 de enero del 2003, justo después de 52 días que falleciera mi papá. Aquí, a unos metros del mar de Las Conchas padecí mi duelo por su partida. Ese mismo año amistades entrañables tuvieron su génesis: Don Lorenzo Cuadras primero, Don Amaranto Celaya, Don Alberto Aldrete, Don Guillermo Munro Palacio después, hasta lograr extender un directorio tan amplio de afectos como un puerto lo puede imaginar. El 2004 ya estaba involucrada con el cineclub en actividades pro construcción del museo de historia invitada por el comité de aquel tiempo coordinado por Don Amaranto. Y desde entonces no he dejado de colaborar con todo lo referente a lo cultural en este puerto, sumando a los años de labores con los que llegué, cumpliendo ya 25 años de servicio a la comunidad el pasado 24 de septiembre (1994-2019).
Aquí me enamoré del ser destinado al cuidado de mi alma y corazón: Socorro González Barajas, nos casamos un jueves al mediodía en la sala de nuestra casa un 18 de mayo del 2006, el juez de entonces nos auguró larga vida a nuestro amor. Tuvimos cuatro testigos, celebramos con un caldo de pollo y a cada uno de los seis presentes les regalamos una botella de Whisky Buchanans, los despedimos y nosotros seguimos trabajando. Mis dos hijos nacieron en este puerto, David Salomón nació un lunes 7 de agosto a las cuatro de la madrugada en la Clínica Santa Isabel (2006) y Rut Emmanuelle un sábado 27 de septiembre en la Clínica Santa María (2008) en una complicada situación donde el Dr. José Antonio Javalera -el mejor ginecólogo de mi mundo- fue el instrumento para salvarnos la vida a ambas. Gracias por ello.
En este puerto mis hijos han crecido felices, llenos de amor de su gente, de sus maestros, compañeros de escuela, de sus tíos y tías de cariño; hemos sido cobijados siempre como familia porteña. Somos parte de la comunidad y este cielo y este mar han sido la tierra prometida, nuestro paraíso. No hay mejor lugar en la faz de la tierra que encontremos mejor para que nuestros hijos sigan creciendo.
Agradezco estos tiempos divinos, llenos de amor, alegría, armonía y labores, agradezco a todos los ángeles urbanos, a los rostros amigos, a las manos extendidas y las puertas abiertas donde quiera. Aquí está nuestro hogar.
16 años, ocho meses, doce días he cumplido de residencia en este maravilloso puerto al cual promuevo de día y promuevo de noche convencida de sus bondades, de su hermoso cielo, de su generoso mar y su bendita tierra sagrada.
Este puerto también fue piélago de mi infancia y de mi juventud; fue anhelo de mi padre por una casa frente a este acuario del mundo. La partida de mi padre me trajo a este puerto que está cerca de su ranchito para que cuidara de sus tierras y para que yo realizara esa felicidad que él imagino para su retiro frente al mar: esto para mí es sagrado, esto para mí es su herencia. Aquí seguiré, aquí seguiremos.
Yo, mujer que trabaja con amor y alegría, que puedo verte a los ojos y brindarte mi solidaridad con el máximo cariño, ésta, la que soy y camina por estos senderos, te doy mi palabra –que es todo lo que tengo- que nada tiene trasfondo, que lo que es es; que el pasado ya no existe ni mucho menos habito en él, que el futuro depende de la venia del Creador, por lo tanto, mientras tanto: Sigamos con Fe que el camino es largo. Las aguas están serenas. Lealtad, la mayor de las virtudes. Aché.
[Aguas serenas. Foto tomada a las 10:43 de esta mañana de sábado, 12 de octubre 2019 en el mar de Las Conchas]


sábado, 16 de febrero de 2019

Esta postal sembrada en mi corazón

¿Qué trajiste de Cuba?, me preguntan en estos días.
Esta postal sembrada en mi corazón. Unos minutos antes de salir del departamento de mi tía Rosita Mier López (hermana de mi papá) rumbo al aeropuerto para regresar a México el miércoles, 6 de febrero le tomé esta fotografía justo a las doce del mediodía (hora La Habana). Todo el amor en su mirada de casi 92 años.
La Habana se prepara para celebrar sus 500 años de fundación, la fecha es el 17 de noviembre del 2019; Centro Habana y Habana Vieja lucen regias con tantas restauraciones. La cubanía intacta. Y toda mi familia paterna firme, fuerte y bien.
Dice que soy su hija que llegué a este mundo a través de mis padres; una bella historia. Ella siempre me espera. En la Isla tengo un hogar por la avenida Colón a un costado de la Plaza de la Revolución.


viernes, 19 de octubre de 2018

Indulto


Perdí todas las batallas

Y ante la guerra me he rendido

Mansa

En manumisión

Sin consuelo

Indultada

Siguiendo el curso de las aguas

Descalza

Desnuda

Serena

Menesterosa

En labor

Seca

Me entrego

A la opresión

Sin palabra

Sin voz

Ni llanto

En sumisión

Naif

Sierva

Cuento mis costillas

Toco mi clavícula

Perdí todas las batallas

El espíritu

Estéril

Apenas sostengo los 21 gramos del alma

Ochenta mil gramos entregados para mi redención

Sin Fe

En silencio

En paz





 Viernes, 19 de octubre 2018 en Puerto Peñasco Sonora. Así fue.

jueves, 4 de enero de 2018

Juan Carlos, en tu memoria, aquí estoy

Veintiocho años han pasado, ahora se cuentan los recuerdos como antes las risas, los días de fiesta, el último año de su vida que fue tan nuestro, de esta casa, de esta sala, de esa ventana que tocaba llamando de mañana, de noche, de día; el teléfono ochentero de entonces, el número 2-11-79 que sonaba en las mediodías, todas las mediodías de su último septiembre, de su último octubre, noviembre, de su último diciembre ... apenas acabando de irse de casa. Juan Carlos Preciado Galaz, el amigo que me llamó su mejor amiga, que lo escribió como recuerdo en varias partes, en un cuadro de gatos, en una servilleta, en una carta, en mi mano, en mi corazón. La honra, el tiempo, la promesa de que sería para siempre, una amiga es para la eternidad, por eso estoy aquí, en ese sendero del infinito, en la dimensión que hoy me ocupa. Estás aquí como aquellos días como el lunes 2 de enero por la noche que te despediste una y otra vez, que me negué a decir adiós, la última vez, la puerta aquella que abriste tres veces intentando sacar mi despedida. Te fuiste todo tú, con tu risa, con tu fuerza, con tus bromas, con tu gran grandísimo amor. Te perdiste en los acontecimientos, en una noche turbia, de lluvia, antes de la medianoche del día tres. El día cuatro tocaban la ventana de mi recámara,  de este cuarto, decía el Dago Méndez "¿qué no piensa abrir la puerta?" ... el teléfono había sonado sin cesar por un par de horas, lo escuchaba a lo lejos, todos querían avisar, yo no quería enterarme. No había nadie en casa. No habías llegado de tu viaje a Hermosillo. Cuando abrí la puerta y pasaron parte del grupo de amigos me senté en una camita de la recámara del medio, el Dago, la Mony, otros, enfrente en otra cama y me decían lo que sabían; salimos en el carro del Dago, en una camioneta de cambios, la cabina iba llena,  apenas cabíamos, pedí que me llevaran a la Iglesia y me arrodillé frente al Creador, de la Virgen,  pedí mucho, supliqué misericordia; todos lloraban, las horas fueros dispersas, nos fuimos a casa de la Mony, después a la casa de Juan Carlos, de ahí nos llevaron a misa y al regresar la noticia, el rayo, la lanza que parte el corazón, la piedad, el joven que se apaga, los 19 años, la perfección, el adiós del tiempo pasajero. Y los años han pasado, la historias siguió con sus formas, a como pudimos seguimos, seguí, con los años otros han partido, ya nunca fue lo mismo, el pensamiento se hizo largo, diferente, muchos lapsos, acomodos, relámpagos, destellos de serenidad. El tiempo y su encargo, el recuerdo intacto, lealtad, promesa, el silencio, todo lo que tiene que escuchar uno después, lo que se tiene que tolerar, lo que tiene que callar. Se lo llevó el cuatro de enero de 1989, se lo llevó todito, voló, ahora está "En algún lugar" como se titula una de sus canciones preferidas que sonaba en su pickup café y cantaba en sus gustos híbridos musicales. Nuestra historia duró catorce meses, ahora tengo una vida para recorrer todos esos días felices, acompañada de mi esposo de mis hijos que disfrutan de las anécdotas, que las conocen, que saben que son parte de mi huella digital, de mi pupila, de mis líneas de vida, de mi arruga en la frente. Juan Carlos, por siempre un lugar en mi hogar, en mi mesa, en mis historias, un lugar, su lugar, impecable espacio lleno de mariposas de colores, de sonrisas, sueños, promesas, largos silencios, largas e inmensas miradas: dos almas dialogando. En tu memoria, aquí estoy, en esta ciudad, en esta casa, en esta sala, enfrente de la ventana que atestigua nuestra historia, aquí estoy.

Juan Carlos Preciado en casa de María Emilia Haro, ella tomó la foto. Meses antes de su partida. 

jueves, 16 de febrero de 2017

Miércoles, día de la fruta y la verdura

Hace más de dos décadas voy a Ley no porque hay más cosas a mejores precios o porque es día de la fruta y la verdura ni porque es comercio mexicano ni porque cierran a las once de la noche; voy a Ley porque encuentro el olor de mi abuela, de mi Nana Chú.
Llego ansiosa al área de las ramas, de las verduras, ahí, siempre me espera ese racimo de manzanilla fresca que me consumo inhalando una y otra vez, cerrando mis ojos, viajando por el tiempo, remembrando las tardes de sol cuando mi abuela juntaba en su mandil las flores de manzanilla sembrada en su patio, esparcida alrededor del tejabán del lavadero, infancia de los 70’s.
Mi Nana Chú sembraba, cuidaba y cosechaba la manzanilla, la guardaba en frascos de cristal bien tapada. Nos curaba con manzanilla, con ese amor en diminutas florecillas, conocimiento heredado de sus ancestros. Una vez mis pies se llagaron, tenía siete u ocho años de edad porque me veo entrando al Colegio Dom Bosco con los pies curvados hacia dentro del dolor, las llagas me laceraban, mi abuela me llevó a su casa por más de un mes. Dejé de ir a la escuela. Todos los días me lavaba ella mis pies en una palangana blanca, el agua contenía manzanilla, me limpiaba las llagas con tanto amor como se pueden imaginar, aún lo siento en estos momentos, esa ternura, esa mirada en cada herida, esa compasión silenciosa. Durante el día, cada cierto tiempo me ponía fomentos de manzanilla, se acercaba a la camita del cuarto del medio, con mucho cuidado y con mucha fe aplicaba los trapos calientes con agua de manzanilla. Me curó. También, por las noches rezábamos por mis pies, con su librito de oraciones, con su rosario, con sus imágenes guardadas en una bolsita de plástico en un cajón de su buró.
Entre el rezo, la manzanilla perene, los tiempos en el patio, mi abuela cosechando, mis ojos observando, llenándome para siempre de esas imágenes con tanto sol, con su mandil, con sus manos siempre laborando en la cocina, la máquina de coser, alimentando los pericos, rezando; mi abuela, con su espalda agotada en la camita acurrucando mi cariño por las noches. La manzanilla, el ramo completo, lo agoto en pensamiento e inhalación, mis hijos han aprendido de ese recuerdo y adoptado el olor para ellos; esta foto me la tomó Rut, me dijo, “sabía que lo ibas hacer”. Ahora mis hijos me reconocen hurgando en los días buenos de amor, de la niña amada, llena de caricias y cuidados por la Nana amorosa, la Nana Chú, que tanto tuvo para todos.
Nana Chú: Florecilla de manzanilla que solamente necesita de sol para dar tanto, tan pequeña pero tan perfecta, mi amada abuela, tanto que dejaste en este corazón agradecido por ti. El cansancio de tus pies, de tus pasos. Por siempre cada caricia, cada cuidado, tu medio mirar, tu ternura, tu aroma, tus rezos, tu corazón. Te busco. Te encuentro siempre intacta en la remembranza con olor a manzanilla.
Entonces, mi vaho regresa despacio, sereno y retorno de la tierra de los sueños segura de que cada vez que sea necesario estarás ahí, en esos momentos eternos que me brindan el perfecto amor.
[Miércoles, día de la fruta y la verdura, 15 de febrero 2017. Muy noche]



sábado, 2 de abril de 2016

En el puerto somos testigos

El tren de las once, el tren de regreso, ese que lleva anhelos de reencontrar lo perdido, el que regresa a los sin esperanzas a sus terruños, a los brazos de sus madres, de sus hijos; el tren de las once, que lleva más desamparados a los que un día partieron pero que recibirán el pago más grande: el amor de los que esperan.
En el puerto somos testigos de los que van de paso siempre, esperando un día retomar el tren que nos hizo llegar. A dos días de abril, 2016.

domingo, 31 de enero de 2016

Desde hace rato

Desde hace rato está llegando un viento del norte, helado, con ese tiempo en frío que emergen las ganas del hogar, del buen café, del libro abierto, de los calcetines tejidos por la tía Loly, la cobija de la tía Martha, la llamada larga con mamá, el sueño de los perros, el cariño de los gatos, el abrazo amoroso de Socorro, el armado de rompecabezas de los hijos, el ruidoso mar de invierno, la caída de las hojas dormidas: la estancia, el domingo, el asueto.
Son las siete con 11 minutos del enero, 31. Arranca el año 2016

martes, 12 de enero de 2016

No me sorprende


Los pasos de mi padre

Recuerdo los pasos de mi padre a las tres, cuatro de la mañana cuando se levantaba a trabajar, en sus últimos años, en la preparación de pasteles de manzana, piña, durazno ... empezaba primero con un café, luego su desayuno; el crujir de la puerta cuando pasaba de su cuarto por el pasillo, en Caborca, en el rancho. Los sonidos del cortar de manzanas, de amasar, de la estufa, los trastes, el abrir y cerrar la puerta del patio, sea invierno, sea verano. Mi padre y sus amaneceres, el solitario que jugaba mientras los pasteles se horneaban ya saliendo el sol, el golpe de sus manos en la mesa al poner la baraja una y otra vez. El olor del pastel, del pay de manzana con esa canela, con el color dorado perfecto cubriendo. El entrar una y otra vez a nuestros cuartos para ver quién abría el ojo para ofrecer desayuno, mi padre y sus amaneceres ... ahora, ya pasó el tren hace tiempo y a lo lejos se escucha el que viene de regreso, me levanto, camino por el pasillo y me digo que seguramente son las tres, cuatro de la mañana, hora en que papá iniciaba sus días, sus pensamientos, su lucha, su tiempo. En tiempos de siembra en el campo, solía amanecer igual, después dejó el arado por los pasteles o combinaba al año, pero siempre trabajando... Recuerdo despertar a veces cuando mi padre emitía un suspiro largo largo con ese dejo de nostalgia, esperanza, recuerdos pegados al amanecer; así, como el hombre que fue, que dejó su tierra de infancia, sus padres, el amor de su madre, de la isla. Son las cuatro, 25, mi primer pensamiento es para papá, para ese tiempo de las madrugadas. Su jornada terminaba a las diez, once de la mañana, entonces, se ponía a leer la prensa o algún libro antes de su primera siesta y empezaban nuestros ruidos cotidianos. Entonces a partir un pedazo de pay, tomar el primer café, degustar el proceso de papá que regresa por los pasillos de mis hogares, de mis pensamientos, habitante de mi corazón ... Buenos días.

[Día 12, enero, 2016. Pasadas las cuatro de la mañana en el Puerto]


domingo, 22 de noviembre de 2015

El primer café

Inexplicable sensación de paz en domingo mañana otoño entrando por la madera ventana. En el primer café de la mañana aferrada a la vida con toda ansiedad de continuar. Qué maravilloso es tener la oportunidad de sentir. Buen día, preparando el ritual del primer café de la mañana. Disfrutemos mientras tanto. Seguimos.
[8:40 a.m. Domingo 22 de noviembre mes, 2015]

lunes, 2 de noviembre de 2015

Noche de muertos

Es la una con 11, el otro día ha llegado, el día de todos mis muertos, de esos que no olvido, que habitan en mi corazón, que me duelen en el cuerpo, que los camino con mis pesadas piernas. Esos muertos, el de la última mirada, el del último aliento, el de la palabra amor, eternidad. Las abuelas, los abuelos, mi padre, mi hermano, familia, mi cariño entrañable, mi amigo del alma. Su día ha llegado, no tengo altar, pero tengo memoria, piel que recuerda. El mismo anhelo, el sendero, lo que se queda para siempre. Mis muertos, los que habitan en mi frente, en mis manos, en las telas negras, en ese crío cuervo que me visitó ayer a las cinco. El día ha llegado, como siempre, entre mis muertos, entre sus brazos, donde el amor es infinito, íntimo, eterno. Tiempo entonces de encender una luz para que recuerden el sendero, el camino que los traiga a donde no son olvidados.
El tren de esta madrugada transportará las almas perdidas, las sin esperanzas, las que olvidaron cantar, las que no saben rezar; el tren, pasará a las tres horas, entonces, entre sueños, conversaré alegremente con mis muertos.
Las puertas se abren para transportarnos entre los territorios del más allá, entre vivos, entre muertos. La Cruz de Madera. El día ha llegado, el tren no ha pasado, el nudo en la garganta, la canción que recuerda, la fotografía que envejece, la puerta está abierta, la luz encendida, los brazos extendidos y la nostalgia.
[La una con 27 horas del dos de noviembre de pasados quince años de dos mil. Noche de Muertos]

sábado, 3 de octubre de 2015

Confiemos esta noche, la Divina Providencia resolverá.

Terminando el día con su jornada. Cerca de la media noche los aires están recorriendo estos mares cercanos, las aves nocturnas van emigrando al verano del sur terrestre. Fueron largas las horas. Hubo avances. En otras partes el cielo revoloteado hizo lo suyo, aquí trajo tiempo fresco, tiempo de tregua ... así, cuando se avecinan los finales de paz, velas, champurro, tamal. Constancia en los cambios, nada permanece. Un día con tres del mes diez del año que se va. Descansar entonces unas horas para continuar porque el corazón como la vida no tiene tregua, se transforma en el siempre. Buenas noches; lo seguro es de que el astro regresará con su promesa eterna. Antes de caminar hacia mi habitación imagino ese momento cuando estiro mi cuerpo, siento la dicha y el sueño se apodera de lo que soy. Confiemos esta noche, la Divina Providencia resolverá. Y mañana, será el otro día con todo sus bemoles. La vida.
[Sábado, 3 de octubre 2015 a las 11:35 de la noche del ruido mar en mi ventana de este puerto]

sábado, 4 de julio de 2015

24 minutos pasan de la medianoche

24 minutos pasan de la medianoche; las calles de Caborca dan vuelta en carros. Pareciera que los tiempos se detienen pero ya no están aquellos días de risas por los pasillos. El jardín de los abuelos luce a la luz de una luna que se esconde entre delgadas nubes. Las nostalgias son así, los olores entre higos, uvas, azúcares y manos cansadas traen esas fotografías de los largos ayeres. Mis hijos duermen, regresan del campamento, cuentan entre letargos de sueños que fueron felices, todo eso en los viejos campos de mi secundaria escuela. Somos aquellos, somos ellos, somos recuerdos. La noche de verano, cuando la vida empieza para tantos, otros la observamos con media mirada, con ternura mirada, con entonación baja, en susurros, a mitad de la noche. Mi madre todavía trabaja en la cocina, su hijo Aarón le trajo recién cosecha de abundancia higos. Desierto bendiciones, desierta noche, camino listo para partir al puerto. Hasta el amanecer con la venia del Cielo, en espera de la promesa del sol, de siempre regresar. Gracias por los que responden, los que dejan que los sueños caminen a la realidad. Tal vez escuche el tren que va rumbo al Norte, ese, el que lleva la esperanza de los que viajan descifrando las estrellas. Buenas noches para todos, luz y progreso para aquellos, por la paz, por el amor, sin duda, mañana todo será mejor.
Aun en viernes pasando al 4 de julio 2015. En el corazón de Caborca.

viernes, 5 de junio de 2015

La tarde se decoró con el pacto divino

La tarde se decoró con el pacto divino con todo ser de la tierra, sus colores brillaban entre nubes que no terminaron de unirse nunca, la frescura nos recordó el camino de la verdad, de la vida. Mis hijos se deleitaron en las aguas del mar, jugaron para despedir la hora sagrada, la última hora, esa cuando el sol se despide dejando la promesa de regresar; mi amado Socorro sonrió con un patito marino que jugaba a esconderse, zambullía se asomaba, lo veía, se escondía. El dolor por los niños ABC, lo deposité en las manos perfectas, en las manos de luz, en la justicia divina, ahí donde solamente mi alma descansa. El día se fue entre un fresco verano, entre la reflexión, la solicitud mirada al Cielo Eterno. El tiempo, el secreto, el misterio, la alianza, el pacto. Somos hijos del Ser Todo Poderoso, hermanos del crucificado, de la sangre preciosa derramada por nosotros. Se nos olvida que somos seres tan amados, que nuestra alma descansa en una luz eterna. Seres de luz. Seres de amor. Ante esta noche sublime, con este aire que me acaricia, que me avisa, que me recuerda, pido paz para todos, amor derramado en todos los corazones, en todas las pieles; en todos los campos, en ese valle que nos anhela siempre. La oportunidad de seguir, de continuar, de amar, de despedir el día con tanto sentimiento de ángeles rondando por doquier. Solamente queda aprender, ser fortaleza, brazos que protejan, mano que se extienda para bien, mirada larga y serena para todo aquel que vive atribulado. La tarde cerró con un arco iris de multiplicados colores, así deseo para todos el amor, la salud, la paz, que lo demás llegará, sin duda, por añadidura. Hasta el amanecer, en espera de la promesa eterna.
Mi papá oraba siempre: "Luz y progreso para todos mis enemigos". Así nos enseñó a pedir.
También en viernes, 5 de junio 2015 en un puerto hermoso.

miércoles, 27 de mayo de 2015

36, estuvimos treinta y seis en este cinemartes 93

36, estuvimos treinta y seis en este cinemartes 93. Llegamos a casa pasando la medianoche, el cielo que nos contempló es uno de los más hermosos que he visto en mucho tiempo, tal vez desde mis tiempos del Sonoyta ranchito de papá. Noche magia. La luna se baña en el mar entre colores azules por supuesto marinos. Es demasiado para lo que mis ojos soportan. Belleza acorralada, desprotegida. Ocho documentales fueron pretexto para volvernos a ver en el desierto; la ordinaria felicidad que entregan los realizadores, lo involuntario. Mi espíritu satisfecho trasciende entonces estos matices de noche, de hermosa noche, de esas noches sublimes, como la noche de paz, la noche de amor pero a finales de mayo, con la estrella de David guiando a los reyes, dando noticias a los pastores. Aquí estamos, esto es, sin duda, la primera piedra, el paraíso, el arché, el primer motor. La montaña sagrada: donde fueron expulsados aquellos, los primeros, los que fuimos desde entonces. Se avecina el 27 del quinto mes de tantos años, viene el aullido de los perros, el camino en tren con eternos pasajeros. Seamos universo mientras la respiración perdure. Buenas noches.

lunes, 4 de mayo de 2015

Descalza por las vías del tren


Les cuento. Son las 11: 34 p.m. Hace dos horas salimos a comprar agua (garrafón) al Oxxo que está a dos cuadras de la casa, no sirve el dispensador nos informaron. Nos fuimos por la Sinaloa al siguiente Oxxo (creo que es la calle que más Oxxos tiene en Peñasco), pasamos las vías, la casa de Wendy. Una cuadra antes del Oxxo, se apagó el carro. Creímos que era la gasolina, aunque sabíamos que traía pero como está tan cara uno ya no sabe lo que rinde y el medidor no marca. El caso es que la gasolinera de la Sinaloa y Fremont estaba cerrada, Socorro vino a casa por el tambito para echar gasolina, se fue a la del Círculo K, echó gasolina, después tomó un taxi, llegó al carro, echamos gasolina. No fue la gasolina, simplemente el carro no arranca, muchos fueron los intentos. Lo apuchamos a casa de Wendy, ahí lo dejamos. El caso es que el carro no cierra bien, nos trajimos todo en una cobija, como morral; Rut y yo nos fuimos descalzas, Salomón se quedó en casa. Nos vinimos caminando mientras pasaba un taxi, pasamos las vías, Socorro cargando a Rut con un brazo y con la otra mano el morral de cobija con las cosas. Detrás, venía yo con el garrafón, el tambito de la gasolina (de esos rojos), mi bolsa y descalza, caminando por la calle porque hay unas partes donde no hay banquetas; ya casi llegando al expendio de cerveza de la Sinaloa y Fremont se paró Estevan Pivac (es uno de los primeros amigos que hice cuando llegué a vivir a Peñasco en el 2003), nos ofreció raite. Me reí antes de subirme a su camioneta y le dije -qué vergüenza-.

Llegamos a casa, a dios gracias, Estevan me platicó que vivió en los 80's en la casa -que es una leyenda- que está justo enfrente... El carro dormirá afuera de la casa de Wendy. Y mañana, dios dirá. Amaneciendo las cosas cambian o se ponen peores. 
Emoticono smile
Llegamos a casa, a dios gracias, Estevan me platicó que vivió en los 80's en la casa -que es una leyenda- que está justo enfrente... El carro dormirá afuera de la casa de Wendy. Y mañana, dios dirá. Amaneciendo las cosas cambian o se ponen peores 

Emoticono grinDomingo, 3 de mayo 2015 son las 11:45 p.m.
Domingo, 3 de mayo 2015 son las 11:45 p.m.
*En casa de Wendy durmiendo desde temprano, todo apagado, en silencio.

lunes, 13 de abril de 2015

Lunes de tarde moras

De niña, cuando iba a la casa de mi abuela Chú, uno de mis grandes deleites era comer moras de los dos árboles que están sembrados desde entonces en el gran corral; después, por muchos años dejaron de dar frutos, no había moras, mi sorpresa fue estos días que estuve en Caborca, los árboles han vuelto a dar moras ni siquiera sé si es temporada, lo importante, mi gran regalo fue cosechar los recuerdos vividos aquellos años cuando habitaba el hogar mi abuelo, mi abuela. Esa parte de la niñez que no muere, que queda intacta; en estos momentos estoy disfrutando de esos frutos cosechados, cada uno ingresa amor, cobijo, cariño, atención a mi vida, cada mora es medicina en salud. El milagro del amor de abuelos cosechados, el milagro que dejó sembrado mi abuela Chú, en las moras, mandarina, naranja agria, manzanilla que de vez en cuando nace perenne en el jardín. Un instante, un sabor, una textura basta para conectar directamente con aquella niña de largas tardes que mientras todos dormían la siesta deambulaba entre los árboles, el silencio, los rayos del sol traspasando las ramas, pero sobre todo, cosechando ricas moras de infancia.
Gracias a la vida por estos privilegios, por el tiempo que ha sido centinela de guardar ese jardín, ese corral, a pesar de otras intenciones, el tiempo ha vencido, logrando que siempre regrese a mis días de infancia. Días de alegrías absolutas, al calor de mi abuela que me dejó tanto para siempre. Lunes de tarde moras.
Remembranza en fruta del jardín corral de la casa de los abuelos intacta aún en Caborca. Lunes, 13 de abril 2015.

domingo, 22 de febrero de 2015

Semillas al vuelo

10:36 de la noche en este puerto, el mar está embravecido, el viento zigzagueante no se pone de acuerdo en sus coordenadas. No ladran perros, no andan gatos husmeando las esquinas. Algo dejarán las semillas que van volando, quizá sea, esa primavera en promesa que se espera.

domingo, 4 de enero de 2015

La noche pasada es la más larga de mi calendario

Ritual, abrir la caja del recuerdo, 26 años de ausencias, estudiando el lenguaje del corazón, descifrando aquellas largas miradas. Apreciar cada objeto, un encendedor negro (que aún prende), un par de pantunflas de piel, la chamarra negra, un cuadro que nos regalamos la misma imagen el mismo día, el pañuelo de papel que guarda su última lágrima, cartas, notificaciones de las universidades, fotografías, planes, sueños, tanto objetos recopilados como vida desbordada: Abrir la caja, vivir la nostalgia. Seleccionar las canciones que se convirtieron en su himno. El recuerdo intacto nos hace seguir, cada quien en su propia dimensión, en su propia realidad.

La noche pasada es la más larga de mi calendario, se repite una y otra vez, recorro las horas, los minutos, el llamado por la ventana, la puerta, el teléfono sin cesar. Sería ingrato olvidar, no hay lugar para el olvido, el tiempo acomoda todo, repite el ritual y abro la caja del recuerdo en su momento, en su memoria. Con el tiempo he aprendido un poco del diálogo de la vida, de la ausencia, del no retorno, mis manos tocan las frías tumbas con la calidez de la esperanza. Ser amiga es cuestión de un para siempre, es asunto de una eternidad. Aquí estoy, frente a la caja del recuerdo, ya han pasado 26 años.

In memoriam: Juan Carlos Preciado Galaz, que partió a sus 19 años el miércoles, 4 de enero de 1989 alrededor de las 20 horas.

(Foto: Chamarra negra de su propiedad. La importancia de una prenda.)


martes, 16 de diciembre de 2014

Yo no te he llorado lo suficiente.

Yo no te he llorado lo suficiente,

jueves, 27 de noviembre de 2014

Es todo lo que somos.

La vida va quedando atrás, se desvanecen los sueños, los planes no retoman, el tiempo avanza, siempre avanza. La vida nos va llevando en su tic tac. El misterio de todo, el misterio de las noches tan oscuras, tan frías. La espera, se pasa la vida. La espera, el tren que siempre pasa. Nada se detiene, un día, una noche, otro día, otra noche, el tren de la mañana, el tren de la madrugada. La vida quedando atrás a rebanadas por eso no me detengo donde no debo, no siembran en mí comentarios inútiles, no hay tiempo para lo absurdo, lo soez, no estoy jugando con la historia entre mis manos, la estoy dejando que vaya quedando atrás. Las noches, el árbol triste, el árbol que se fue, el árbol que nace, el árbol caído que se hizo leña, pero hubo un árbol. La vida, sus bemoles, sus caminos. Somos tiempo, somos todo, somos tanto. Alguien tiene que estar consciente, sobrio, en equilibrio. Alguien tiene que mantener los brazos extendidos, las pupilas serenas, la palabra justa, alguien tiene que ser coherente. El sentido. La verdad. La pureza. La belleza. El amor. El silencio. El arte. El mayor de los regalos: un corazón latiendo. La vida, mi vida que se envuelve, que avanza, que no retoma, que se va quedando atrás. Buenas noches.



12:17 a.m. pasando al jueves 27 de noviembre del 2014. En la medianoche de un día de otoño. Es todo lo que somos.


domingo, 2 de noviembre de 2014

Alguien

Alguien tiene que velar. Alguien tiene que esperar. Vigilar que el farol siga encendido, que el fuego no amaine. Alguien tiene que tomar la vida en serio, no estar protestando a unas horas, divertirse como palomitas en ollas con mantequilla minutos después. Alguien tiene que esperar el amanecer, despedir las estrellas, platicar con la luna. Alguien tiene que esperar a los que vienen en el camino, despedir a los que se van. Como piedra. Como hierro. Como un alma perenne. Alguien.

[Entrando al dos de noviembre. 12:43 pasando medianoche]

miércoles, 29 de octubre de 2014

Semillas guardadas

Entre las universidades me encontré este otoño regado por el campo. El olor particular de semillas guardadas. Época de mesura, pensamiento y compasión. Entendido el lenguaje divino. Caminos.


domingo, 5 de octubre de 2014

Una con ocho minutos de mi aún sábado

Una con ocho minutos de mi aún sábado, empiezo a escuchar el tren que viene de regreso; trae a cuestas los sueños de algunos, los que van en busca del abrazo esperado, los que saben que lo mejor es la mirada de los tuyos. Regresan, van cansados, con la luna en su cara, las estrellas como promesas, ahí vamos entonces. Viene el tren, retumba, pasan tres minutos, lleva prisa, alguien espera, alguien siempre nos espera. Buenas noches entonces. Bendiciones para los que se atrevieron a regresar, es más importante que partir.
[1:14 a.m. Domingo, 5 de octubre 2014. Tiempo para dormir]

miércoles, 1 de octubre de 2014

Hay un tiempo perdido antes de las ocho de la mañana

Hay un tiempo perdido antes de las ocho de la mañana en el cual sucumbo en su silencio, en su asombrosa soledad; son los minutos que llegan tras dejar a la familia en sus escuelas-labores y apagar el carro, abrir la puerta, prender la computadora, la radio para escuchar el noticiero y servir mi primer café. Serán 15-20 minutos antes de accionar cuando me interno en el limbo, el tiempo de la nada, el tiempo perfecto. Esta mañana ese lapso lo viví en Mi Playa, visité el árbol que enigma a mi amor, arcano misterioso que se yergue frente al mar en campos de la abandonada Universidad de Sonora en este Puerto. Ahí estuvimos en esa orla, como personajes de una historia que nadie habrá de contar: el árbol, el mar, el cielo y yo.


martes, 30 de septiembre de 2014

Me parecer

Me parece que ya pasó el tren, a veces lo escucho a lo lejos, pienso en esperarlo cuando pase de cerca y me ocupo en otros menesteres, después lo vuelvo escuchar a lo lejos. Pero justo en este momento, 12:53 de la medianoche va de regreso, ahí va con todos los sueños, con las ilusiones plenas. El tren sabe que hay que descansar un rato, entonces.
Qué poderoso es, retumba todo, suena fuerte, avisa con escándalo: Yo Soy, Yo Voy.
Siempre alguien comienza su historia, siempre alguien la termina. Siempre alguien observa. Buenas noches.

jueves, 7 de agosto de 2014

David Salomón, mi hijo, cumple 8 años.

Hoy cumpleaños mi hijo David Salomón, ocho años, su número preferido. 


Gracias a Dios por toda su grandeza, por el milagro constante de la vida. 

Su fiesta  la realizaremos el domingo, 7 de septiembre, ya que sus amigos de la escuela regresen de vacaciones. 

*David Salomón nació el 7 de agosto del 2006 a las 4 a.m. (era lunes, empezó a nacer el domingo por la mañana) en la Clínica Santa Isabel de Puerto Peñasco. Pesó al nacer 4 kilos y midió 50 cm*


miércoles, 9 de julio de 2014

Ventana

¡Buen día! Avanzando en la vida. Ayer tuve una visita muy especial para mí, pasadas las seis de la tarde, se me apareció en la oficina mi querida Jesu Preciado. Gracias. 

Tendemos a temer la profundidad de los océanos, al inmenso universo, al sueño profundo, pero hay algo más grande que todo eso, la verdad que vive encerrada en nuestros corazones, ahí habita el génesis de todos los tiempos.  

[Ventana testigo de historias de fuera y dentro del hogar. Miércoles, 9 de julio 2014]





viernes, 4 de julio de 2014

Huele a tierra mojada,

Huele a tierra mojada, le comenté a mamá. "Es que llovió anoche en Magdalena", me respondió hace unos minutos. :D Impregnado Caborca en aromas de temporada del monzón.

[Aquí no escucho el tren, pasa por la calle once, más allá]

[Aquí no escucho el tren, pasa por la calle once, más allá] ¿Cómo conciliar el sueño entonces? Llevo dos noches realizando regresiones de los momentos felices, ya cuando mamá y los niños duermen, entonces recorro las esquinas de la larga casa, el pasillo, los cuartos, los muebles, todo está intacto, como el escenario de aquellos tiempos; sonrío en momentos, melancolía permanente, así el sueño ha llegado, las dos mañanas desperté con una sonrisa por la memoria activada, por los buenos tiempos. Tantos, siempre.

lunes, 16 de junio de 2014

Rut, ¿de qué es la obra donde vas a participar el lunes?

-Rut, ¿de qué es la obra donde vas a participar el lunes?-, le pregunté la semana pasada.
-De Blanca Nieves-, me contestó
-¿Y de qué vas a salir?
-Pues dijo la maestra: "A todos los que no les di personaje van a salir de árbol"

[Lunes, 16 de junio 2014: Esta mañana representarán historias en el foro del Jardín de Niños "Narciso Mendoza". No podemos ir los papás ni a tomar fotos)
 


viernes, 13 de junio de 2014

Llegando a casa después de una larga jornada

9:45 de la noche, llegando a casa después de una larga jornada de actividades. Calle, saludando a nuestra vecina amiga Halcón y su familia temporal que la tiene en adopción Los Barrera Fernández; parada obligada en el Coffe Point del Josefa, me encontré a mi adorada Jesusa Gamboa en el estacionamiento del Aurrerá (viene al Puerto de un día para otro). Especie en peligro de extinción: Halcón Peregrino II. Viernes, 13 de junio: Luna llena a todo esplendor, este día era para reunirnos pero alguien metió el pié en unos botes de arena para gatos :3 Continuamos...
viernes:despertador:baños:desayunos:escuelas:trabajo:charlas:inbursa:imaden:radio:pantalónlucíaorendaín:librosdanielamanzo:narcisomendoza:alimentar:hacerpromoción:montessoridosymedia:itspptresdelatarderesolana:dejarángel:examentaekwondo:plazalamadreexpoferiatec:comer:casaprenderluces:coffepoint:aurrerá:jesusagamboadelejosisela:oxxo:casa:gatosfelices:perrosmoviendolacola:pijamashijos:lunaesplendorsa:muchospendientesporhacer:diezconcuatrominutosdelanoche:día13junio2014:somosalgomássiempremás.





jueves, 12 de junio de 2014

"¿Usted sabe que es la pus?"



Jueves, 12 de junio antes de las 3 p.m.: En la tarde mientras esperaba a Socorro que saliera de su trabajo tuve una conversación con un niño de 10-11 años, se acercó al carro y de la nada me preguntó: "¿Usted sabe que es la pus?"
-Pues la pus es un líquido que... (según yo iba a continuar con una explicación)
-No, es lo que me sacaban de unas llagas que me salían en la cabeza cuando vivía con una tía que me pegaba mucho-, me dice
-¿Eh? ¿Y por qué te pegaba?-, le dije sin saber qué responder
-Por todo-
-¿Y por qué te dejaste?-
-Porque no tenía a donde ir... luego me picaba en todo el cuerpo con el lápiz para que aprendiera las cosas de los libros de la escuela-
-¿Y aprendiste?- (pregunta tonta)
-No. Una vez me empujó contra una barra y cuando me caí me dio una patada en el estómago que me sacó el aire... por eso me salían esas llagas en la cabeza por los nervios-
-¿Y tu tía tiene hijos? ¿A ellos les pega también?-
-Poquito, no tanto como a mí-
-¿Y ahora?-
-Ya estoy a salvo. ¿Me regala un dulce de ese bote amarillo? (de la fiesta de Melquiades que Rut había subido hoy al carro)-
-Sí, claro, los que quieras-
Tomó su dulce y se fue corriendo a seguir jugando. Mientras, yo me quedé pensando en su primera pregunta. Y después de la jornada vuelvo a pensar en ello.


domingo, 8 de junio de 2014

La Pirámide de la Luna: Feliz Cumpleaños para Juan Carlos

La Pirámide de la Luna: Feliz Cumpleaños para Juan Carlos 

Juan Carlos nació un día como hoy 8 de junio pero de 1969, por lo tanto está cumpliendo 45 años de su natalicio, 26 años más de los que vivió en esta tierra. 

Ayer vi una foto muy especial para mí, no sé cómo se dan las situaciones, pero disfruté de un paseo a través de las gráficas de Karla y Miguel, hermanos de Juan Carlos y Bettini; quedé en schok cuando los vi en la Pirámide de la Luna, dos jóvenes llenos de energía y vitalidad subiendo, alcanzando... por momentos, por segundos quise imaginarme a Juan Carlos y Bettini siguiendo sus pasos, el caminar de sus hermanos menores, en esta dimensión, sin esos adioses tan trágicos.

Feliz Cumpleaños para Juan Carlos, un domingo para programar sus canciones: "En algún lugar" (Duncan Dhu); "Puño de tierra" (Antonio Aguilar)... su último cumpleaños, el 19, el festejo, ese que se quedó suspendido para todos mis tiempos de memoria.

Los días son difíciles en este mes. Feliz cumpleaños para Juan Carlos a donde ande, donde sonríe, donde pernocte su alma. Le abrazo dentro de mi corazón, en este espacio intocable, sin tiempo ni espacio; donde sabemos que está intacto el recuerdo, flores de cariño, sonrisas, carne asada, música, alegría. Tuve la dicha de conocerlo, tuve la dicha de ser su amiga: Palabras mayores.

viernes, 16 de mayo de 2014

Para Bettini, a once meses de su partida


Para Bettini, a once meses de su partida

Un mes más, un para siempre infinito. Cuando un amigo se va, elegías de los poetas, los mismos rostros, el sueño de la tarde con su presencia, lo que nunca nadie más explicará, las voces que hablan en nombre de dios, la certeza del ya nunca jamás; las palabras que no se dicen, las verdades que no se comentan, lo que todos saben, lo que se calla. El dolor, la herida profunda, la cicatriz que se abre en cualquier momento. 

El directorio más amplio en el más allá, todas las ausencias... la voz de Antonio Machado "... Señor, ya estamos solos mi corazón y el mar"... el dolor en silencio de los demás. "La vida tiene que seguir", unas miradas tras otras formando un océano; los ladrillos que acarrean las personas para formar una enorme barrera, un ladrillo el mes pasado, otro ladrillo días después, uno más, uno cada día, una pared enorme, detrás, sin esperanza de ver su vida regresar; mi corazón lleno de lamento porque nunca aprenderé suficiente de la muerte, del adiós, porque solamente creo en el aquí y en el ahora cuando se trata de esto, porque nunca seremos los mismos, porque el tiempo se va como agua en las manos; porque hay una casa llena de recuerdos, unos pasillos largos llenos de risas, bromas, complicidades, porque quedan las manos pintadas en las paredes, de aquellos días de aventuras, secretos, sueños grandes; la vida se revuelve tanto, se forman engrudos, lagunas, pantanos, mala voluntad, accidentes con finales llenos de estruendos.

No es una cruz, son muchas cruces, no son unos ojos que se apagan, se cierra un universo; un perdón por no saber vivir, por los caminos mal elegidos, por no correr a tiempo, por la llamada que no se realizó, por la punzada en el corazón. Es uno frente al mundo, con el mundo, con su historia, con todo lo que coexiste. Seres de tránsito, pero con alma, ¿eternidad? "Así no, así no", le decía a todos los que me encontré ese día de cuerpo presente, acepto todo, pero "así no".

Una madre, una esposa, unos hijos, una hija primera, sus amigos, sus hermanos, sus pasos por el mundo, tan joven, tan alegre, "no llores, no le gustaba ver llorar", yo lloré muchas veces con él, lloramos juntos por muchas cosas, ¿qué más da derramar lágrimas? Se las merece, cada una, hasta las que se quedan secas en el corazón. Pensar en todos, pensar en su historia, no quiero convertirlo en recuerdo; nunca he sabido retener el tiempo, no puedo dar vuelta a esta página, acabar con la historia, almacenar el libro de su vida. Duele porque duele, porque un hermano del corazón se me fue así, mala jugada del destino. 

Tal vez en un mes nos encontremos entre familia en su primer aniversario luctuoso, amigos, orando para él; tal vez busquemos un consuelo entre todos, como lo hacemos entre los días comunes. Tal vez lloremos más que el primer día. Lo siento mucho, una luz se apagó, su nombre que significa estrella se convirtió en una, lejana por cierto, pero quiero pensar que brilla en otro firmamento. Su día 15 se acaba, sus once meses de partida se acumulan, el mañana continúa siempre. Buenas noches.





jueves, 15 de mayo de 2014

Para Bettini, a once meses de su partida
Un mes más, un para siempre infinito. Cuando un amigo se va, elegías de los poetas, los mismos rostros, el sueño de la tarde con su presencia, lo que nunca nadie más explicará, las voces que hablan en nombre de dios, la certeza del ya nunca jamás; las palabras que no se dicen, las verdades que no se comentan, lo que todos saben, lo que se calla. El dolor, la herida profunda, la cicatriz que se abre en cualquier momento.
El directorio más amplio en el más allá, todas las ausencias... la voz de Antonio Machado "... Señor, ya estamos solos mi corazón y el mar"... el dolor en silencio de los demás. "La vida tiene que seguir", unas miradas tras otras formando un océano; los ladrillos que acarrean las personas para formar una enorme barrera, un ladrillo el mes pasado, otro ladrillo días después, uno más, uno cada día, una pared enorme, detrás, sin esperanza de ver su vida regresar; mi corazón lleno de lamento porque nunca aprenderé suficiente de la muerte, del adiós, porque solamente creo en el aquí y en el ahora cuando se trata de esto, porque nunca seremos los mismos, porque el tiempo se va como agua en las manos; porque hay una casa llena de recuerdos, unos pasillos largos llenos de risas, bromas, complicidades, porque quedan las manos pintadas en las paredes, de aquellos días de aventuras, secretos, sueños grandes; la vida se revuelve tanto, se forman engrudos, lagunas, pantanos, mala voluntad, accidentes con finales llenos de estruendos.
No es una cruz, son muchas cruces, no son unos ojos que se apagan, se cierra un universo; un perdón por no saber vivir, por los caminos mal elegidos, por no correr a tiempo, por la llamada que no se realizó, por la punzada en el corazón. Es uno frente al mundo, con el mundo, con su historia, con todo lo que coexiste. Seres de tránsito, pero con alma, ¿eternidad? "Así no, así no", le decía a todos los que me encontré ese día de cuerpo presente, acepto todo, pero "así no".
Una madre, una esposa, unos hijos, una hija primera, sus amigos, sus hermanos, sus pasos por el mundo, tan joven, tan alegre, "no llores, no le gustaba ver llorar", yo lloré muchas veces con él, lloramos juntos por muchas cosas, ¿qué más da derramar lágrimas? Se las merece, cada una, hasta las que se quedan secas en el corazón. Pensar en todos, pensar en su historia, no quiero convertirlo en recuerdo; nunca he sabido retener el tiempo, no puedo dar vuelta a esta página, acabar con la historia, almacenar el libro de su vida. Duele porque duele, porque un hermano del corazón se me fue así, mala jugada del destino.
Tal vez en un mes nos encontremos entre familia en su primer aniversario luctuoso, amigos, orando para él; tal vez busquemos un consuelo entre todos, como lo hacemos entre los días comunes. Tal vez lloremos más que el primer día. Lo siento mucho, una luz se apagó, su nombre que significa estrella se convirtió en una, lejana por cierto, pero quiero pensar que brilla en otro firmamento. Su día 15 se acaba, sus once meses de partida se acumulan, el mañana continúa siempre. Buenas noches.

lunes, 24 de marzo de 2014

¿Alguien escucha el tren de regreso?

Son las 2:42 de la mañana, la noche está muy fría, el tren aun no pasa de regreso, recién termino de escribir un texto que tiene que amanecer en la bandeja de correos del director del periódico, seleccionar fotos, me faltan más colaboraciones, más palabras. Este día me llevo a los sueños la alegría de los niños jugando en una fiesta de domingo; una madre que lloró al recordar al suyo porque se fue al cielo, "ya no juega más aquí", me dijo con su mirada. Me llevo en mi memoria el amor, las caricias de los seres cercanos, las palabras, los recados, las llamadas, me retiro a descansar con el júbilo de tener la oportunidad de estar en este mundo, así, con todos sus desafíos. Esta madrugada, el tren se ha retrasado, son casi las tres de la mañana, creo que lo esperaré en mi cama. Buenas noches. Un abrazo fuerte para el que lo necesite, perdón por mis omisiones. Hasta la mañana, Dios primero.
¿Alguien escucha el tren de regreso?