viernes, 4 de julio de 2014

[Aquí no escucho el tren, pasa por la calle once, más allá]

[Aquí no escucho el tren, pasa por la calle once, más allá] ¿Cómo conciliar el sueño entonces? Llevo dos noches realizando regresiones de los momentos felices, ya cuando mamá y los niños duermen, entonces recorro las esquinas de la larga casa, el pasillo, los cuartos, los muebles, todo está intacto, como el escenario de aquellos tiempos; sonrío en momentos, melancolía permanente, así el sueño ha llegado, las dos mañanas desperté con una sonrisa por la memoria activada, por los buenos tiempos. Tantos, siempre.