domingo, 5 de octubre de 2014

Una con ocho minutos de mi aún sábado

Una con ocho minutos de mi aún sábado, empiezo a escuchar el tren que viene de regreso; trae a cuestas los sueños de algunos, los que van en busca del abrazo esperado, los que saben que lo mejor es la mirada de los tuyos. Regresan, van cansados, con la luna en su cara, las estrellas como promesas, ahí vamos entonces. Viene el tren, retumba, pasan tres minutos, lleva prisa, alguien espera, alguien siempre nos espera. Buenas noches entonces. Bendiciones para los que se atrevieron a regresar, es más importante que partir.
[1:14 a.m. Domingo, 5 de octubre 2014. Tiempo para dormir]