sábado, 22 de septiembre de 2007

Leerme ha sido un placer

Salir del baño por las mañanas, en especial esta mañana. Parada frente al espejo, quien amablemente refleja mi alma dibujada en mi cuerpo. Mapas dibujados con estrias, cicatrices y lunares. Soy de Tierra irregular lo dice mi celulitis, mis colores varios de piel, estado del sol que plasma su recuerdo en mí. 37 años de estar en el exterior, expuesta a cada ser que me ha marcado, desde el médico que me recibió hasta el cobrador de Coppel de la mañana, todos se han quedado en mí, han surcado en mi rostro alegrías, preocupaciones, enojos, descepciones, alegrías y esa tela transparente que se llama nostalgia. Añoranza de los tiempos que fueron y los que están por venir, siempre todo en otros tiempos, como el idioma español, menos en el presente. El baño de esta mañana me ha desnudado, me ha recordado que hay que seguir, que mi piel se ha encargado de guardar mi historia, que ella me delata ante el mundo, mi cuerpo entero es el testigo que me llevará al día del juicio final. Todo está escrito. Salir del baño, esta mañana, 37 años y leerme ha sido un placer. Los bordes de la muerte que he tocado y los mares de la vida que he gozado. Bendita mi piel, bendito mi cuerpo, bendita mi historia.