jueves, 18 de octubre de 2007

Revolución fui

Revolución fui

Bajar de la Sierra, con la lucha a cuestas, con la mirada clavada en el hígado de aquel que estuvo en tus brazos muriendo, yéndose. Bajar con el pelo crespo y la mirada endurecida. Llegar, con el deseo de seguir creyendo en la fe con la que partiste. Se quedó "algo" en las noches de lodo, de carne seca, de hambre. Tal vez se quedó todo. No queda nada allá ni acá y para pertenecer, aun después de hacer justicia por todos y por nadie, te pide, un rostro desconocido y otro más "55 mil pesos" para el martes. No importa lo que fue ni tu páncreas roto, mutilado de tanta insulina lanzada por el miedo. No queda bilis no queda estómago, no quedan aquellos que te dieron la mano ni el Che para que los mate. Los asesinaron, los patearon, se fueron. Bajar de la Sierra. Darte un baño, comer lo que añorabas. Seguir luchando en nombre de los que ya no están. Hacer una canción. Tararear otra. Tocar la guitarra. Nostalgia. ¿Y ahora contra quién lucho? ¿Contra quién mi guerra? Ya no hay Sierra. ¿Cuánto por estar? Malditos rostros de leyes. Bendito el tiempo que ya no volverá. Revolución fui. Se acabó. Bienvenida la cárcel.



18 de octubre de 2007 “Año de los días difíciles” (PP)